Se estrenó en Valdebebas y espera ansioso el tránsfer

Después de una mañana intensa y de comparecer por primera vez ante los medios españoles, Luka Modric almorzó en el estadio blanco y fue a entrenarse por primera vez a las órdenes de Mourinho. El técnico lo recibió en su despacho en torno a las 17:00 horas, y tras darle la bienvenida lo llevó al vestuario y allí le presentó a sus nuevos compañeros. El croata no escogió el mejor día para llegar, porque después de la presentaciones, Mourinho no vaciló y comenzó la charla después de lo sucedido en Getafe. No fue una bronca, pero sí que se analizaron los errores puntuales de algunos jugadores y sobre todo se hizo hincapié en las jugadas a balón parado. Modric recibió la primera lección de The Only One nada más llegar. Luego, pudo realizar parte del entrenamiento junto a sus compañeros y otra parte en solitario. El jugador acompañó su llegada con todos los informes del trabajo que había venido realizando con el preparador físico del Tottenham este verano.

Modric aún está ilusionado con poder jugar ante el Barcelona pero lo cierto es que lo tiene difícil. Y no sólo porque en todo el verano sólo ha disputado 25 minutos con su selección ante Suiza y porque sólo haya podido trabajar (excepto cuando estuvo con Stimac dos días) en solitario, sino porque, como el mismo Butragueño reconoció ayer, el Madrid aún está a la espera de que el Tottenham tramite el tránsfer, una formalidad que es obligatoria para que Modric pueda jugar competiciones oficiales con el club blanco.