Liga BBVA | Real Madrid

Modric firmó con el Madrid por cinco años

El club blanco pagó 30 millones de euros más cinco en variables

rafa aparicio y javier gandul

Fin del culebrón. Madrid y Tottenham cerraron el acuerdo por el traspaso de Modric a la 1:30 de la madrugada del domingo al lunes, justo después de que el equipo blanco cayera estrepitosamente en Getafe ("La llegada de Modric no tiene nada que ver con los resultados, nos habría gustado tenerle antes", dijo Butragueño). José Ángel Sánchez apenas pudo ver el partido porque ultimaba en esos momentos la operación con Levy, cruzándose faxes con los últimos detalles. El negocio se cerró en 30 millones de euros más cinco en variables de fácil cumplimiento, tales como números de partidos jugados o títulos conseguidos durante los cinco años que vestirá la camiseta blanca.

Modric llegó a Madrid a las 11:30, en vuelo privado que aterrizó en Torrejón de Ardoz. Allí le esperaba Javier García Coll, que lo condujo directo (el vuelo se retrasó y no pudo pasarse por el hotel Mirasierra, donde se hospedará hasta que encuentre casa) hasta la Clínica Sanitas la Moraleja. Allí se le realizó el pertinente reconocimiento médico que se prolongó hasta las 14:00 horas. Y de allí fue directo también hasta las oficinas del Bernabéu, donde pudo conocer a Florentino Pérez y firmar el nuevo contrato que le une al Madrid. Como ya es tradicional, se le regaló una réplica tallada del Bernabéu, un reloj, una camiseta conmemorativa con la fecha en la que llegó y la estilográfica con la que rubricó su contrato.

Al césped. El club decidió abrir a última hora las puertas del estadio para los aficionados que quisieran acudir al evento. Pero todo se organizó de manera tan sorpresiva, que no había más de un centenar de ellos en las gradas. La última presentación de un futbolista del Madrid fue la de Benzema, el 9 de julio de 2009. Aquella (como las de Cristiano, Kaká o Albiol) fue multitudinaria. Y después de ellas, los siguientes en llegar, los Canales, Khedira, Özil, Di María, Sahin, Callejón, etc, tuvieron que conformarse con salir a saludar en los prolegómenos del Trofeo Bernabéu.

A las 14:45, la rubia melena de Modric por fin aparecía por el túnel de vestuarios. Sorprendentemente, vistiendo el dorsal 19 (que llevó Varane hasta que cogió el 2 de Carvalho), a pesar de que estaba libre el 23 que lucieron Beckham, Sneijder, Van der Vaart o el propio Özil. El croata explicó luego con sencillez su decisión: "No había muchos donde elegir. La opción era mía, y pensé que el 19 era el que mejor me representaba". También obvió el 16 que dejó vacante Altintop y que se acercaba más al 14 con el que se hizo famoso en el Tottenham y la Premier.

Su esposa, sus padres y su pequeño hijo de cuatro años le acompañaron en el césped del Bernabéu. Con el pequeño intercambió algunos pases, y luego lanzó cuatro balones a los pocos aficionados que jaleaban su nombre.

Presidentes. Florentino y Levy también anunciaron en un comunicado "la excelente relación entre las entidades" y el acuerdo comercial y deportivo al que han llegado para el futuro. Se refiere a acciones de márketing conjuntas, a intercambio futuro de jugadores (es muy posible que la temporada que viene vean algún castillista a las órdenes de Villas-Boas) y al amistoso que el Madrid jugará en el estadio de los Spurs el verano que viene (otro dinero que añadir a la operación). Pero todo eso queda en un segundo plano. Ayer era el día de Modric, el futbolista más feliz del planeta.

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