Juanmi salva la cara y Hemed sigue su racha

El partido del after hours estuvo entretenido. La voluntad de un Málaga quien, pensando en su final del martes contra el Panathinaikos, guardó a Gámez, Toulalan, Joaquín, Eliseu, Fabrice y Maresca (este parece que puede volar a la Sampdoria), contra la disciplina caparrosiana de un Mallorca con canteranos y el talento de Hemed y Javi Márquez. Este último hizo trabajar a las primeras de cambio a Willy Caballero con dos soberanos zurriagazos (minutos 1 y 18), bien detenidos por el cancerbero argentino.

La posesión de balón y ocho córners en 45 minutos no daban al Málaga el privilegio de penetrar la numantina retaguardia balear, que esperaba a su rival hasta con nueve trabajadores. Monreal, colosal, se convertía en voraz extremo; los bajitos Buonanotte, Seba y Portillo daban problemillas al paciente Aouate, que ya se ríe cada vez que le cantan el célebre "¡Munúa métele!".

La fe del Málaga no movía montañas y sí las tablas bermellonas. A los 67 minutos Hemed cabeceó, completamente solo a la red, un buen centro de Nsue. Tercera diana del israelí que se ha convertido en el pichichi del momento. Diez minutos después, el astuto Juanmi clavó su clásico golito de tío listo que equilibraba el evento. Más emoción, imposible. Nervios, expulsión del siempre caliente Eliseu por un ridículo toquecito a Pina y un empate final que no deja descontento al Málaga dadas sus circunstancias, ni tampoco a este buen Mallorca de Caparrós que comienza esta Liga como terminó la anterior.