Hernández halla el punto de inflexión para despegar

Quique Hernández ha insistido desde su primer día como entrenador de la Sociedad Deportiva Huesca en que su equipo necesitaba una victoria para que sus jugadores se creyeran sus posibilidades y asimilaran sus nociones como entrenador. Después de ocho partidos en el banquillo azulgrana, a la novena llegó la vencida: el Huesca completó su mejor partido de la temporada y sumó los tres puntos.

Después de muchas semanas de búsqueda, Quique Hernández ha dado con el sistema táctico adecuado: el 4-2-3-1. Por el camino han quedado ocho dibujos diferentes con innumerables variaciones, ahora Hernández viene insistiendo en los tres últimos partidos en el mismo esquema de juego y los jugadores han agradecido esta estabilidad según demostraron ante Las Palmas, recobrando sensaciones con la posesión del balón como protagonista de esta reacción.

Base.

El entrenador ha probado a 23 de los 25 jugadores que tiene en su plantilla para encontrar el ansiado once que consiguiera la primera victoria. Ante Las Palmas, Hernández halló su ansiada columna vertebral con Luis García en la portería, Helguera en el centro de la defensa, Camacho y Sastre en la medular y Roberto en la punta del ataque. Cinco jugadores que fueron fundamentales para el equipo y que deberían ser básicos en la necesaria reacción azulgrana, que todavía está a 4 puntos de la permanencia. La seguridad de Luis García y Helguera acompañó la creatividad de Lluis Sastre y Camacho, sirviendo para que el Huesca encontrara el camino que tanto había buscado Hernández.

La victoria ante Las Palmas es un importante refuerzo anímico para la plantilla que corta muchas rachas negativas. Primera victoria en el Alcoraz, primera victoria de Hernández en el banquillo, primer encuentro con la portería a cero y abandono del farolillo rojo. El Huesca deberá dar continuidad ante el Xerez para seguir escalando en la clasificación.