Luis García, un dique que evita el triunfo soriano

El Numancia se quejó amargamente de las decisiones arbitrales en un partido que empató con el Huesca, que sacó un punto de Los Pajaritos.

El conjunto soriano puso mucho ímpetu sobre el terreno de juego en la primera parte. Muchas ocasiones, pero ni un solo gol. Cerca de ocho ocasiones para los de Pablo Machín, incluido un gol anulado por fuera de juego a Bedoya. Mientras tanto, los jugadores de Quique Hernández se limitaban a defender, sacar balones y, de vez en cuando, salir a la contra, pero llegando sólo a tres cuartos de campo, y es que tan sólo Tariq en una ocasión hizo trabajar a un Navarro, que apenas tocó el balón antes del descanso. El Numancia circulaba, tocaba el balón, pero no materializaba sus llegadas.

En parte, o mejor dicho, por culpa de Luis García, el mejor del encuentro. Y si hablamos de nombres propios se puede decir que Malón, que debutó como titular, se incorporó al ataque; Cedric lo intentó, pero sin suerte; Natalio luchó; y Juanjo estuvo sin pólvora.

Los goles. La segunda mitad comenzó bien, con goles. El Huesca se adelantó gracias a un remate de Gilvan al encontrarse con un balón que previamente había despejado mal Navarro. Jarro de agua fría que duró un minuto, lo que tardó Nano en lanzar un misil, éste dio en un defensor oscense y despistó a Luis García. Eso fue todo, ya que el resto de la segunda mitad tuvo el mismo sabor de la precedente, con ocasiones falladas por parte del Numancia y con un Huesca luchador que lo intentaba, pero sin la alegría de las últimas visitas que hizo a Soria.

Quique Hernández movió el banquillo en busca de profundidad, pero sin el peligro necesario para intentar, siquiera, asustar algo a Navarro, que tuvo una plácida tarde.

Tiempo hubo para que el colegiado le anulara, de manera justa, un tanto al Numancia por fuera de juego; o para que Julio Álvarez no acertara con una falta directa, una de sus armas favoritas, porque en la portería estaba un exrojillo, Luis García, que ayer se convirtió en el muro de contención que evitó una goleada soriana e impidió que los de Machín se asomaran a los puestos de privilegio.