Liga BBVA | Girona - Huesca

Los estados de necesidad se dan cita en Montilivi

La fragilidad del Girona abre las opciones del Huesca.

S. Victorio
toni vilches.

Un mal arranque requiere una pronta recuperación y el Huesca llega a Montilivi con la primera bala quemada, el cambio de entrenador. Era el único aspecto que distaba entre ambos clubes, la paciencia. Mientras en Girona siempre había cambio de técnicos durante el curso, hasta la temporada pasada, el Huesca se ha caracterizado por confiar en los proyectos. Por lo demás, las similitudes siempre han sido abundantes, aunque este año empezó con un Girona buscando un salto de calidad que aún no ha puesto en práctica. Hasta ahora ha empezado siempre con retraso en los partidos, y el marcador en contra es ya un hábito. Sin embargo, no se trata únicamente de hermetizar la portería, que por otro lado sÍ es un reto, le está faltando llevar a buen puerto la intención de ser el dominante. En casa no se le discute la voz cantante, pero le falta crecer en otros aspectos en los que hasta ahora el equipo ha demostrado estar algo verde.

Esas debilidades son las que abren la puerta a un Huesca necesitado de dar un vuelco a su situación y de paso a la mala trayectoria que acumula en Montilivi. Su caminar es el habitual, paso tranquilo pero seguro, aunque llega estrenando entrenador, situación nueva en el conjunto oscense pero que puede servir de revulsivo. Seguramente el equipo tendrá otro aire al ofrecido hasta ahora, pero sin tiempo aún para el sello de Quique Hernández. En el otro banquillo, Agné conoce bien a su grupo pero aún no ha dado con la tecla. Las bajas le condicionan demasiado la confección del once y esta tarde formará un equipo ofensivo. El técnico no es amigo de hacer movimientos extraños y confiará en el bloque de las últimas jornadas.

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