Alemania y México jugarán la segunda semifinal

La selección de Alemania se complicó en los últimos 25 minutos después de dar un baile a Inglaterra, pero aun así ganó por 3-2 y se clasificó a las semifinales del Mundial sub'17 que se disputa en México, donde se enfrentará el jueves a la selección anfitriona.

Los alemanes no tardaron en sacar a relucir su artillería, por mucho la mejor del campeonato, y apenas en el minuto siete tomaron ventaja cuando Yesil le ganó la espalda a Nathaniel Chalobah y envió el balón a la red para el 1-0.

Con dominio del balón, los alemanes siguieron adelante, en el 20 estuvieron cerca de ampliar la ventaja con un pase de Levent Aycicek que Yesil envió al travesaño, y en el 24 sí lograron su objetivo con gol de Ayhan.

En un tiro de esquina, el guardameta Jordan Pickford remató mal, su tercer error que cuesta gol en el torneo, y Ayhan se hizo con el balón y de zurda lo incrustó en la red para el 2-0.

Para la segunda parte, Inglaterra se fue en busca del ataque y estuvo cerca de anotar con una chilena de Chalobah, detenida de manera admirable por Vlachodimos. Un minuto más tarde, Hallan Hope llegó con peligro, pero no pudo definir, algo que sí hizo Yesil para Alemania, al recibir un pase de Mitchell Weiser y anotar el 3-0.

Parecía una tarde de campo, sin embargo los alemanes se relajaron y terminaron con el agua al cuello. En el 66, Nico Perrey cometió una falta en el área que causó un penalti en favor de los ingleses, cobrado bien por Samuel Magri, para el 3-1.

Cuando Alemania se había recuperado y los ingleses parecían vencidos, el delantero Marvin Ducksch se vio sobrado y dejó un balón suelto en el 83 que Nathan Redmond disparó a la red; el portero Vlachodimos la despejó y Hope la retomó y puso el 3-2.

Los últimos minutos fueron duros para Alemania, que acabó echado atrás ante el acecho de unos ingleses que se dieron cuenta que no eran inferiores, aunque demasiado tarde.

México será el rival

En semifinales, Alemania se enfrentará el jueves a México, que derrotó a Francia en un partido que se jugó a un gran nivel, en una guerra sin cuartel.

Los equipos se atacaron sin parar todo el primer tiempo con todos sus elementos, las más de las veces de forma descontrolada, pero con un fútbol vertical, que buscaba la meta rival.

Fierro fue un hombre clave para México porque fabricó el primer gol al ingresar al área por el sector izquierdo y lanzar una raya diagonal que Julio Gómez no pudo impactar y que Escamilla atacó con un golpe de derecha al que el portero francés no pudo llegar.

Laborde dirigió la ofensiva de Francia desde el carril izquierdo y por el derecha llegaba Ikoko, autor del 1-1 en un disparo raso con colaboración del portero mexicano, que dejó las cosas empatadas hasta el descanso.

Al volver México apretó y Fierro los puso adelante con un disparo cruzado a media altura que el portero Mpas Nzau no pudo atajar. El 1-2 le dio intensidad al encuentro porque ninguno renunció a nada.

Las jugadas de peligro se sucedieron. El mexicano Gómez remató de cabeza al travesaño (m.66), Laborde tuvo un remate que pegó en la red por fuera (m.72),

México quiso asegurar, tocar la pelota; trató de enfriar el partido y hallar el gol que le diera la calma pero el rival estuvo encima y causó que los locales vivieran con focos rojos el final de los cuartos de final.