La muestra B ya está en un laboratorio de UCLA

El fútbol azteca está viviendo uno de los capítulos con más tensión en su historia. Tras el positivo por clem­buterol de cinco jugadores (Javier El Maza Rodríguez, Edgar Dueñas, Antonio Naelson Sinha, Christian El Hobbit Bermúdez, y el portero Guillermo Ochoa) durante la Copa Oro, la Federación Mexicana de Fútbol (Femexfut) les apartó del equipo y los futbolistas han viajado a Los Ángeles donde han entregado a la Clínica de la Universidad de California, Olympic Analytical, las muestras B del control antidopaje.

La Federación ha solicitado poder cubrir la baja de los cinco jugadores, sin embargo la CONCACAF ha decidido postergar la decisión hasta no tener un informe completo. Justino Compeán, presidente de la Federación mexicana, habló en ESPN y ha pedido no satanizar a los jugadores: "Ellos están contaminados, no dopados. Ya contratamos un abogado en Zúrich para llevar el caso, el mismo que llevó el caso Contador. Ellos no son culpables, no tomaron nada para sacar ventaja. No tenemos nada que ocultar".

A falta de los resultados de la Clínica de UCLA para conocer los niveles de clembuterol, los jugadores confían en un final feliz y en poder jugar la Copa América, competición para la que no estaban convocados pero para la que se les llamaría en caso de ser exculpados.

El doctor Serrano ya estuvo implicado en otro caso en 2005

La ultima vez que la selección mexicana de fútbol se vio envuelta en problemas de dopaje fue en la Copa Confederaciones de 2005 cuando los jugadores Salvador Carmona y Aarón Galindo dieron positivo a un control antidopaje por el esteroide norandostrerona. El doctor a cargo de la selección en aquella ocasión fue José Luis Serrano quien fue multado económicamente por lo sucedido, mientras que los jugadores recibieron un año de suspensión, lo curioso es que seis años después y tras varios doctores que han pasado por el cuerpo técnico del tricolor le toca nuevamente a Serrano este caso de dopaje. -F. C.