Sagrada España

Para hablar del fútbol, el ex internacional inglés Gary Lineker, mejor goleador de la Copa del mundo 1986, que militó en el Everton, el Barcelona y el Tottenham, había encontrado, hace algunos años, una fórmula muy conocida: "El fútbol es un deporte simple: veintidós hombres persiguen un balón durante noventa minutos y, al final, son siempre los alemanes quienes ganan". Como Lineker no registró los derechos de su afirmación, mil veces utilizada, le repetiremos afirmando al término de este año 2010: "El fútbol es un juego que se juega a once y en el que al final siempre ganan los españoles...".

Con su título de campeones del mundo conquistado este verano, el primero de su historia, dos años después de su triunfo en la Eurocopa de 2008, la patrulla de España despegó hacia una altitud jamás alcanzada, planeando muy por encima de la competencia, para marcar el fútbol internacional dejando su huella. Actualmente, sobre el gran escenario de juego, están España y los otros. Todos los demás, colgados a sus pies y relegados al segundo plano.

Habrá una nueva demostración de su dominio total y sin repartos: la distribución de los premios del año, en Zúrich, el próximo 10 de enero, en una ceremonia excepcional cuya resonancia se propagará en el mundo entero. ¿Los tres últimos laureados con opciones de hacerse con el Balón de Oro? El barcelonista Andrés Iniesta, el barcelonista Lionel Messi y... ¡el barcelonista Xavi Hernández! Una, dos y tres banderas del immenso club español, estandarte majestuoso de un fútbol resplandeciente, que jamás pareció tan dueño de sí mismo, tan ambicioso y tan solidario, y que acabó por hacer dudar las mentes rivales durante su choque contra el Real Madrid. Dos de los campeones del mundo más representativos y la estrella mundial actual, Balón de Oro 2009. La distribución final no está falta de clase ni de facha. El vencedor será de un nivel muy alto, por lo que es y por lo que simboliza.

Para el premio de mejor entrenador mundial de 2010, instaurado por primera vez este año después de la colaboración entre la FIFA y el Grupo Amaury (que edita France Football), la elección la pondrán en juego el seleccionador español, Vicente del Bosque, el entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, y el ahora entrenador del Real Madrid, José Mourinho. Es decir, un asunto estrictamente "espagno-español" que se decidirá entre gente de una competencia excelente, cada uno apoyado en una personalidad reafirmada y profesando una identidad de juego noble.

Felices porque España emprenderá este bello viaje a Zúrich, a principios del año próximo, todo lo que sembró en 2010, justa cosecha de su excelencia, de su generosidad y de su inteligencia visionaria en el campo de fútbol.