Real Madrid | La intrahistoria

Confesiones secretas de Mesut en Bremen

Al regreso del partido en Ahlen conversó con AS

Mesut Ozil está viviendo sus horas más mediáticas como futbolista profesional. El jugador quiere que el culebrón acabe ya. No lleva ni dos semanas entrenándose con el equipo y todos los días una nube de periodistas se le acerca para preguntarle lo mismo: "¿Se va a quedar en el Werder?".

El jugador amaneció ayer en el hotel Alt Wellern (a 200 kilómetros de Bremen), en la concentración del equipo. Afrontaba un partido que parecía una despedida improvisada. Desde su habitación, Ozil estaba en continuo contacto con su familia. Su padre, Mustafa, se encuentra en Gelsenkirchen esperando a que se resuelva su fichaje por el Real Madrid. El internacional está sufriendo mucho físicamente estos días porque cumple con el Ramadán, al igual que toda su familia.

"He aguantado los 61 minutos como he podido. Lo llevo bien, de todas maneras", nos comentó nada más concluir la primera eliminatoria de la Copa de Alemania. El futbolista llegó visiblemente cansado también debido a las tres horas de autobús de Ahlen a Bremen.

Allí le esperaba su novia, Anna Maria Lagerblom (con la que tiene planes de boda), y su perro, Rocky. Su mascota, un bulldog inglés, estaba tan cansado como el dueño. Se negaba a pasear y prefirió subirse al maletero del coche a dormir, como el amo.

El futbolista espera ahora que el Real Madrid mueva ficha. Ozil cuenta con el respaldo del vestuario del Werder y está muy tranquilo en ese sentido. No quiere marcharse del club por la puerta de atrás.

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