Creció en una 'jaula de monos'

Mesut Ozil se crió en el barrio de Bulmke, Gelsenkirchen. Allí empezó a dar sus primeros pasos como futbolista. Su lugar preferido para irse con sus amigos después del colegio era lo que él mismo llama la jaula de monos. "Le pusimos ese nombre porque estaba rodeada de verjas y las porterías eran de metal", dice el jugador. La jaula (en la imagen de la derecha) es famosa en el barrio sobre todo para los vecinos de raíces extranjeras, como él. Mesut es alemán de tercer generación y musulmán. Todos los vecinos señalan con rapidez la dirección de esta pista de fútbol cuando oyen el nombre de Ozil.

Su papá, Mustafa Ozil, le dio una pelota porque el chaval insistía en ser como Zidane. Sus abuelos turcos llegaron a Alemania en la década de los 60, cuando el país necesitaba mano de obra extranjera para la reconstrucción. Sus orígenes son humildes, como los de Zinedine Zidane. Mustafá, mientras, se dedicaba al negocio del mármol para sacar adelante a su hijo. El niño insistía en ser futbolista y pasó por el DJK Westfalia 04, el DJK Teutonia Schalke-Nord y el DJK Falke. Mustafa iba a todos los partidos de Ozil y llegaba a confundir a sus entrenadores porque le daba instrucciones en turco.

En el año 2000 dio un salto importante y pasó al Rot Weiss Essen. Y en el 2005 se marchó al Schalke 04. El equipo de los mineros le fichó cuando era aún un desconocido. Su debut en la Bundesliga se produjo con 17 años. Pero su padre se cansó de su entrenador, Slomka, en la segunda temporada. El ahora técnico del Hannover 96 no le daba bola. Entonces, su padre pidió una renovación millonaria y el club la rechazó. Fue entonces cuando apareció el Weder Bremen para llevárselo. El técnico Schaff venía buscando hace tiempo un futuro sustituto para el brasileño Diego. Mandó al carioca a la izquierda y Ozil se erigió como el director de orquesta. Ahora la afición se tira de los pelos porque su contrato acaba en 2011.

Siempre jugó en las categorías inferiores de Alemania, desde los Sub-17 a los Sub-21, con los que el año pasado logró el Europeo. "La aparición de Ozil ha sido un golpe de suerte para el fútbol alemán", decía Low, seleccionador alemán, el día de su debut. Jugó cuatro partidos clasificatorios para el Mundial y en Sudáfrica se convirtió en la revelación.

Pero Hiddink, seleccionador turco, rescató una vieja polémica afirmando que "el pasaporte de Ozil era falso". El futbolista fue amenazado de muerte en 2008 cuando decidió jugar con la Mannschaft en vez de con Turquía. Hiddink, luego, pidió disculpas y matizó sus palabras. En el barrio de Bulmke todos vieron crecer a esta nueva perla...