Dani se la lía al Cádiz

Dicen que la venganza siempre se sirve en plato frío. No se sabe si afectó ese amago de tormenta perfecta que hubo ayer en Huelva, pero lo cierto es que gélido dejó ayer al Cádiz la reacción de dos ex jugadores suyos cuando saltaron al Nuevo Colombino. Dani se fue de La Tacita denunciando al Cádiz por impago en aquella funesta temporada del último descenso a Segunda B y sólo le ha bastado un partido frente al Submarino para tomarse la revancha. Junto con otro ex cadista, Pablo Sánchez, que cumple la máxima de gaditano en el exilio (gol seguro a los amarillos), le han comprometido la vida al equipo de Espárrago. Álvaro Antón, de falta directa, consiguió el tanto al borde del descuento para un Decano que tuvo dos caras. Mientras, los amarillos se meten más todavía en descenso y se siguen complicando la permanencia pese a seguir a cuatro puntos de la salvación.

Agné no las tenía todas consigo tras el descanso. El técnico albiazul había recibido una pitada monumental, después de que el Cádiz, por mediación de Ramis y haciendo muy poco en ataque, fuera capaz de adelantarse en el marcador. El peligro acechaba en Huelva, más aún cuando tras la reanudación Pérez Riverol decretó penalti por manos de Troest. Toedtli tomó la responsabilidad pero Guaita le detuvo el lanzamiento.

Reacción.

La salida de Pablo Sánchez y, sobre todo, de Dani, ya había cambiado el partido. Tras un posible penalti al sevillano, la defensa cadista se quedó clavada y, en el rechace, Pablo Sánchez no perdonó ante Casilla. Ahí se abrió el encuentro, entraron en liza los porteros, que se lucieron frente a Cristian y el propio Dani, respectivamente. A poco de acabar, el Cádiz pudo ganar por mediación de Erice, Nano o Tristán. Pero fue el Recre quien se llevó el gato al agua, con el gol de Álvaro Antón que mete en serios apuros al Cádiz.

Espárrago fue ovacionado

Se esperaba con algo de morbo comprobar cuál iba a ser el recibimiento de la grada del Nuevo Colombino a uno de los hombres que más huella dejaron en el Decano. Y como no podía ser de otra forma, tanto Víctor Espárrago como Luis Soler, que también fue jugador albiazul, recibieron una ovación.