Toca machada en Wolfsburgo

Al Villarreal se la ha puesto muy cuesta arriba el pase a los octavos de final de la Europa League. Y podría haber sido todavía peor. Porque el Wolfsburgo pasó por encima del Submarino en el primer acto y acumuló ocasiones para haber resuelto la eliminatoria de no ser por una falta de puntería que, en un par de ocasiones de Grafite y Riether, resultó sonrojante. El 1-0 de Senna, con un cañonazo para enmarcar, fue el inesperado premio para los amarillos que sufrieron en el segundo periodo la efectividad alemana. Un doblete de Grafite volteó el marcador cuando menos lo merecían los de Garrido y sólo la aparición de Marco Ruben, ya con uno menos, salvó un empate que obliga a ganar o a empatar a tres o más goles en Wolfsburgo dentro de una semana.

Al Villarreal le costó arrancar. Y eso siempre se traduce en facilidades para el rival, algo que aprovechó el conjunto germano, que empezó a sumar oportunidades. Grafite hizo lo más difícil todavía en el 12', al rematar por encima del larguero cuando estaba a menos de un metro de la línea de gol; peor lo hizo Riether, que no acertó a empujar un gran pase de Dzeko; el bosnio se fabricó otra clara ocasión en el 24' que no acertó a definir; y Diego López tuvo que aparecer en el 35' para detener un disparo de Schafer. Increíble, pero cierto. El 0-0 seguía en el marcador. Para desesperación también de Garrido, que daba gracias a la fortuna amarilla, pero que no se explicaba el pobre juego de los suyos. Porque el Villarreal se veía superado en todas las líneas. Sólo Ibagaza aparecía con intermitencia para dar señales de vida. Pero cuando peor pintaba este primer acto, emergió la figura de Marcos Senna. El hispano-brasileño se sacó de la chistera un espectacular disparo de falta que se coló por la escuadra de Hitz. Un 1-0 con el que se llegaba al descanso y que nadie terminaba de creerse.

El guión cambió en el segundo acto. Esta vez, el Submarino saltó más atento, en busca del balón y con un Nilmar activo arriba. Por el contrario, el Wolfsburgo aguantaba agazapado, sin dar señales del peligro constante que había creado en la primera mitad. Todo era más cómodo para los amarillos, que hasta dispusieron de un par de aproximaciones con peligro.

Sin embargo, toda la efectividad que le había faltado a los alemanes durante el primer periodo apareció en estos segundos 45 minutos. Así, en su primer disparo a puerta, Grafite hizo el 1-1 en una gran acción personal, con la colaboración de Marcano. Pero aún estuvo peor el defensa cántabro en otro balón en largo al brasileño, que le ganó la posición y al que ya sólo pudo frenar haciéndole penalti y viendo la cartulina roja. Esta vez, Diego López no pudo detener el disparo desde los 11 metros. El 1-2 espoleó al Submarino, que echó el resto en la recta final y que se encontró con el gol de Marco Ruben, ya en inferioridad numérica, para salvar un resultado que le obligará a ofrecer su mejor versión en Wolfsburgo si quiere estar en octavos de final.