Lanzados hacia arriba

Las Palmas parece empeñada en engancharse a la lucha por hacer algo grande esta temporada. Y ayer, ante el Girona, confirmó que tiene prisa por recuperar el terreno perdido. Después de aguantar las estocadas del equipo local, gracias a la actuación de un Pindado soberbio, los de Kresic exhibieron su tremenda pegada y, en apenas dos minutos, dejaron el encuentro sentenciado con goles de Saúl (un tanto para enmarcar) y Rondón. El 0-2 ajustició al Girona y eleva a una Unión Deportiva que ha comenzado el año 2010 en plan intratable: pleno de puntos en sus dos salidas y una sensación demoledora en área contraria. Lo que permite albergar esperanzas de que todo continúe igual en las jornadas vendieras.

Finalmente, el cambio de piezas respecto a la jornada pasada se ajustó a las previsiones: entraron en la zaga David García y Pignol y arriba repitieron Saúl y Rondón, desplazando a Márquez. En la zona ancha, galones para David García, suplencia anunciada de Álvaro Cejudo. No fue partidario Kresic de mover más piezas y acabó recogiendo el premio a su apuesta por los meritorios.

Las Palmas hubiera podido abrir el marcador a los 4 minutos si Rondón no hubiera tirado tan mal pero a partir de ahí, Pindado fue el protagonista. A los diez minutos, Xumetra le calentó con un tiro duro pero algo centrado y a los 20' demostró estar felino para sacar una falta de Cañas que le botó a un metro. Tres minutos más tarde desvió con los puños otro tiro franco del andaluz y a 5' para el descanso se tiró bien abajo para taponar un zurdazo de Juanma.

Tras el intermedio, el Girona siguió achuchando y a los cuatro minutos Kiko Ratón remató con la cabeza un gran centro de Matamala. Se perdió por centímetros. Fue la última aproximación antes de los goles. Saúl se benefició de un desliz de Jose para perfilarse y superar a Jorquera y, un minuto más tarde, una falta de entendimiento entre la defensa y el portero sirvió en bandeja el gol de Rondón. Dos zarpazos seguidos que terminaron por arruinar definitivamente la oposición de un Girona que ya no pudo levantarse.

El técnico local, Narcís Julià, movió ficha dando entrada a Calle, Chechu y Gerard y apostando por un 3-2-3-2 muy arriesgado pero que fue estéril, pues Las Palmas, con el colchón que le daban sus goles, manejó a la perfección el encuentro y supo echar la persiana a la función.

Enero ha disparado a Las Palmas y, a la vez, multiplicado su crédito, ahora que todavía no es tarde para asomarse a la zona noble de la clasificación. Dos salidas, dos victorias. Ahora, vuelta al Gran Canaria, donde hay cuentas pendientes con la afición. El sábado, ante el Murcia, toca reconciliación.