España se castiga pero alcanza las semifinales

Pasó de todo y es difícil resumirlo, pero la Sub-17 está en semifinales del Mundial tras un partido agitado, como salido de una centrifugadora. Excelente noticia para la salud de nuestra cantera, aunque hubo heridos por el camino y la sensación de que el torneo se le puede hacer largo a la Selección. No importa. Estos chicos han devuelto la ilusión por las categorías inferiores con episodios épicos como el de ayer en Kaduna.

Desde el principio se vio que el choque prometía ser intenso. Uruguay se adelantó tras un rebote en una falta y eso hizo aplicarse aún más a los de Ginés, que empataron de penalti y pudieron ponerse cómodamente por delante si no hubiera errado otro Sergi Roberto. Uruguay jugaba con uno menos desde entonces pero esa ventaja se neutralizó cuando Muniesa vio la roja por una falta dura, pero sin agresividad alguna.

Habría que remar río arriba desde entonces, pese a los dos goles de Borja que acercaban las semifinales. El motivo fue el bajón físico y un gol fantasma que concedió el árbitro a los uruguayos para darles vida cuando no la tenían. Gallegos forzó la prórroga en plena pájara y la ruleta rusa se tuvo que decidir en los penaltis. Ahí apareció decisivamente Edgar. Su grito final lo dice todo: España esta en Nigeria para ganar.