Liga Adelante | Cartagena 1 - Celta 1

Tropiezos inesperados

La roja a Michu frenó al Celta y los locales no mataron

José A. Vera
EMPATE... Y DISGUSTOS. Cartagena y Celta rompieron sus rachas y ninguno aprovechó sus mejores minutos para rematar al rival.

El Cartagena se acuesta líder de nuevo. Es un recién ascendido y su media, dos puntos por partido, no deja de ser espectacular. Pero no hay más que ver la cara de sus jugadores tras el choque (Toché acabó de rodillas lamentándose del 2-1 fallido en el tiempo añadido) para comprobar que este no fue un punto dulce. Durante media hora jugó en superioridad, Juan Ignacio acabó metiendo más y más delanteros... nada de nada. El Celta, aunque fuera como un gato panza arriba perdió el tiempo sufi ciente. Al fi n y al cabo, puntuar en Cartagena tampoco está al alcance de cualquiera. Pero también el cuadro celeste tiene razones para sonreír sólo a medias. Tras el gol imposible de Dani Abalo (casi sin ángulo sorprendió a Rubén desde la derecha) llegaron sus mejores minutos y los de Eusebio dejaron escapar a un Cartagena que sacaba agua a cubos del camarote.

Luego llegó la roja a Michu, y ahí cambió todo. El Celta se vio obligado a recular, el Cartagena a creérselo y entre uno y otro ofrecieron una media hora de acoso y derribo albinegro. Nada fructífero merced a la buena tarea defensiva de los vigueses, también a un paradón espectacular de Falcón a Toché, y también por las ocasiones que marró el conjunto albinegro (el remate postrero del punta albinegro se marchó fuera cuando el meta hacía la estatua dejando al campo helado). No era el día del Cartagena.

El encuentro arrancó bien. Ambos buscaban su sitio y demostraban que les va eso de jugar al fútbol. El Cartagena, espoleado por su afición, se vino arriba y Longás cogió el mando. Conectó pronto con Víctor y entre uno y otro metían miedo con sus balones al hueco. Una internada de Lafuente acabó con penalti no pitado sobre el extremo zurdo y amarilla por supuesto piscinazo. Melero sabía que se había equivocado y a la siguiente jugada similar (penalti o no según el cristal que mire la jugada) tiró de conciencia: pena máxima y Víctor fi rmaba el 1-0.

Casi sin tiempo para asimilarlo, el Celta pegó su bocado. Internada por la derecha de DaniAbalo, pisa área y cuando todos esperan el centro éste le pega con todo y bate a Rubén. Golazo. El Celta se vino arriba. El Cartagena se secaba tras el jarro de agua fría. Iago Aspas (al que más tarde anularía discutidamente un gol por fuera de juego) ofreció sus mejores minutos, también el inquieto Aarón desde la izquierda... pero los de Eusebio tampoco fueron lo sufi cientemente hábiles para derrocar al rival. Bastante tenían con el zafarrancho de amarillas. Antes del recital de Melero llegaría la roja a Michu y entonces todo cambió. Punto para uno y otro. Más importante de lo que ambos creen porque igual que pudieron ser tres también pudieron ser derrotados.

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