Si el 'Guaje' se va a la Premier el Langreo cobrará un millón

Fue en los campos de tierra del Unión Deportiva Langreo, convertidos en barro la mayor parte del año, donde Villa se forjó. Llegó en el 90, con nueve años (estuvo ocho), procedente del Muebles Carbayín, de fútbol sala. "Lo tengo grabado en la memoria como si fuera ayer", dice Yulbri, coordinador de la entidad entonces y ahora hombre de fútbol conocido en la zona. "Lo pescamos para los alevines desde el Oviedo, que lo desechó por bajito, y porque no podían ponerle transporte".

Villa terminó en el Langreo, máximo rival del Tuilla, su pueblo natal. "Era muy bajito, pero muy rápido y le pegaba con las dos piernas", recuerda Yulbri. "Fue el máximo goleador en todas las categorías, con Cases como entrenador". Habla de la época en la que la furgoneta del equipo recogía, como sigue haciendo ahora, a todos los jóvenes futbolistas que vivían dispersos en la cuenca minera del valle del Candín (de allí salieron gente como Lekumberri o Mario Cotelo).

El traspaso.

"Por entonces", sigue Yulbri, "teníamos un convenio de colaboración con el Sporting. Nos daban 15 millones de pesetas al año por intercambiar jugadores. Un día llegó Acebal y Florín a los campos de La Moral. Venían a por otro chaval, Andrés Guerra, del División de Honor. ¡Pero cuando vieron al pequeño David... Se acabó!". Se fue gratis, por el convenio. "Ahora, teniendo una joya así, habríamos puesto alguna cláusula para cobrar en el futuro. Sin nada de eso, sólo la FIFA nos ampara. Yendo a la Premier cobraríamos un millón de euros por derechos de formación. Pero aquí deseamos que se vaya y disfrute en el Madrid, aunque no cobremos".

David Villa empezó en el Segunda B del Sporting, con la suerte de que Acebal subió como entrenador al primer equipo al año siguiente y lo puso a jugar en Segunda División (2000). "Desde entonces nunca bajó de los 20 goles".