Héctor y Samuel dan el primer asalto al Cartagena

Fieles a su historia, a esa que habla de la moral pese a las mil derrotas de unos y al malditismo en los veinte últimos años de otros, Cartagena y Alcoyano se la jugarán en El Collao. En la bombonera de Alcoy se verá si el Alcoyano es capaz de mantener su extraordinario nivel de la primera parte (en esa parte el repaso de Bordalás fue superlativo) o si por contra el Efesé es el de la segunda parte, si los albinegros son capaces de generar tantas y tan claras ocasiones como hicieron en el tramo final.

El primer round entre albinegros y alicantinos fue como un paseo en la montaña rusa. De salida los de Bordalás se merendaron a un Efesé con una distancia entre líneas tremenda, con unos nervios en la zaga inaceptables y sin pausa para crear. Mientras el Alcoyano se movía como un reloj suizo, abriendo a las bandas y buscando una y otra vez a ese Tonino que estuvo en 'superstar', el Cartagena se limitaba a correr por inercia tras el balón. Más que un choque entre dos primeros parecía que jugaban el primero del grupo de los levantinos y el décimo del de los murcianos. Mariano y Héctor siempre aparecían en inferioridad, su aportación se limitaba a despejar balones aéreos, eso por no hablar de la endeblez de Armando y Aguilar.

En esos primeros minutos todo pintaba para la goleada visitante pero los caprichos del fútbol y también la pegada de los albinegros permitieron a los locales tomar ventaja. Fue a la salida de un córner, fue Héctor, fue la locura en Cartagonova. Pero sólo cambio el marcador, el juego, las sensaciones seguían siendo alicantinas. Casi al filo del descanso, después de una patada tan violenta como sin medida de Cabrejo llegó el gol de la igualada: de libre directo Fernando Martín la clavó. Así con empate ase llegó al descanso.

En la caseta algo gordo les debió decir Paco a sus chicos porque todo cambió. Fue pitar el árbitro y enganchar Samuel un zapatazo cruzado soberbio. Fue ponerse arriba otra vez, darse cuenta de que había que variar el plan de ruta, recurrir a la guerra de guerrillas y cambiar por completo la película. Porque no nos engañemos, el Cartagena de la segunda parte en nada se pareció al del inicio.

Mientras el equipo de Bordalás languidecía conforme pasaban los minutos, más crecía el orgullo aladroke. Sus cara pintadas, Carmona, Tato, Viyuela, luego Mena compensaban la poca elaboración del centro del campo y rozaban el tercero y hasta el cuarto que pudo llegar y no llegó y que lo deja todo pendiente de la vuelta en El Collao.

Paco Jémez: "La primera parte ha sido desastrosa"

"Nuestra primera parte ha sido desastrosa, pero luego el equipo ha tenido arrestos para venirse arriba. No reconocía a los míos. En la segunda parte he vuelto a ver al Cartagena que quiero y con esa imagen me quedo. Ahora mismo la eliminatoria está más o menos como al principio. Nos aguarda un partido duro, que se va a jugar con mucha tensión pero no nos queda otra que ir a ganar".

Bordalás: "Las ocasiones y el juego, nuestros"

"Las ocasiones y el juego han sido nuestros pero ellos han tenido el acierto del gol. Me voy satisfecho con el partido de mis jugadores. Sabíamos que nos enfrentábamos a un equipo con mucha pegada pero creo que hemos sido superiores. No me voy satisfecho porque nunca cuando pierdes puedes estarlo pero sí que es cierto que es un buen marcador para el partido de vuelta".