Liga BBVA | Barcelona 3 - Sporting 1

Etoo homenajea a Quini

Marcó dos goles de un Barça que ya supera los 100

Fabián Ortiz
ESTELAR. Daniel Alves volvió a hacer un partido espectacular y cerró la cuenta con un gol. En la imagen, controla ante Raúl Cámara.enric fontcuberta / rodolfo molina

Volvió el Brujo Quini al Camp Nou, esta vez como entrenador en funciones del Sporting, y recibió dos merecidos homenajes. El primero, del que fue su público en la década de los ochenta, cuando marcaba goles como delantero del Barça. El segundo se lo dedicó, a su manera, Samuel Etoo. Dos tantos de ariete clásico, de zorro del área, el primero para alcanzar los cien del equipo de Pep Guardiola en los partidos oficiales de esta temporada, el segundo para que el Barça se fuera al descanso tranquilo y confiado. Después, la otra figura de la tarde, Daniel Alves, cerró la cuenta blaugrana.

Manuel Preciado había prometido un Sporting ofensivo, pero no tuvo ocasión. Sorprendió la suplencia de Bilic, aunque cuando entró tampoco aportó nada. La posesión de la pelota fue tan groseramente favorable al Barça (rondó el 80 por ciento durante todo el partido) que plantarse cerca de Valdés sonaba a utopía. Demasiado atareados estaban Matabuena, Michel, Morán y Diego Castro, más los cuatro del fondo, como para acordarse de que arriba esperaba auxilio Barral. Para colmo, la única que tuvo -un zurdazo de Carmelo a los 41'- resultó fallida.

Para entonces, el Barça ya había dejado su huella. Sergio, Xavi e Iniesta manejaron el ordenador del equipo con la soltura que les permitía un Sporting demasiado rezagado. En un contraataque bien conducido por Iniesta, Henry tocó de primeras para Etoo y el africano hizo el 100. Messi, vigilado en tándem por Cámara y Morán, fue atado en corto, pero no lo suficiente como para neutralizarlo. No salió bien de sus intentos de apiladas, pero encontró a Etoo a los 40', esta vez para que el pichichi (21 en la Liga) recortase a Gerard y batiera a Lafuente con otro derechazo.

Efectivo.

El portero del Sporting no tuvo mucho trabajo en la primera mitad, pero fue a recoger el balón al fondo de la meta un par de veces. La efectividad del Barça no merma, aunque sigue siendo evidente su falta de frescura, de brillo. A la grada le importa poco, al menos mientras sigan ganando, de ahí que se pasara buena parte de la tarde cantando "olelé, olalá, ser del Barça es lo mejor que hay".

Messi no quiso despedirse del partido sin otra aparición destacada. Corría el minuto 65 cuando devolvió una pared a Alves dentro del área y el brasileño conectó un derechazo inapelable, poderoso, al palo que tapaba Lafuente.

La entrada de Kike Mateo coincidió con el tanto del Sporting: Xavi despejó de cabeza y el murciano mandó a la red la primera que tocó (68'). Pero no fue una reacción rojiblanca, porque el partido había tenido y seguía teniendo un dueño incontestable, un Barça que sigue lanzado hacia el título de Liga.

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