Iker paró otro penalti a Etoo contra la malaria

Basta con mosquiteras e insecticidas para reducir en un 20% la enfermedad. Nada más. Por eso cualquier ayuda para luchar contra la malaria se agradece. Y si ésta es inmensa y de todo corazón, mucho mejor. Eso hicieron anoche Iker Casillas y Rafa Nadal. Fue a través de una fiesta espectacular que juntó a lo más glamouroso del deporte español. Una reunión increíble de estrellas que no dejó indiferente al gran número de personas que acudió al Palacio de los Deportes. Su ayuda es digna de elogio. Un ejemplo con el que hacer ver que no sólo son ídolos, sino personas con la humanidad suficiente como para movilizar a tanta gente por una causa tan bonita. Ejemplar, la verdad.

La peculiar competición entre los equipos de Casillas y Nadal comenzó con los karts. Y en ese apartado, como no podía ser menos, destacaron pilotos de la talla de Alonso, Sordo, Pedrosa, Bautista o el ya retirado Carlos Sainz. El asturiano se paseó en la tanda previa, pese a lo deslizante del pavimento, aunque en la gran final tuvo que hincar la rodilla ante el anhelo de Dani Sordo en una excelente puja que los comisarios de cualquier carrera oficial no hubieran permitido. "Ha sido un desastre", dijo Alonso en tono jocoso al término de la misma, "parecían coches de choque y casi acabamos destrozando el circuito". La carrera era suya, pero un toque por detrás en la última vuelta situó a Sordo por delante. Aún así, el punto fue de su equipo, el de Casillas.

Acto seguido llegaron los partidos de tenis. Los equipos se dividieron en parejas, más o menos equilibradas, y quizá lo más interesante fue descubrir que Iker es diestro de mano, al contrario que de pie, al menos con esa es con la que se defendió con criterio en el deporte de la raqueta. Aún así, Nadal, que contaba por seguro con estos puntos, inculcó el carácter ganador que le ha llevado al número uno y la balanza se decantó de su lado. La batalla por la lucha contra la malaria se iba a decidir en el fútbol.

Decisivo.

Faltaba la rúbrica definitiva. El momento con el que hacer vibrar a todos los presentes. Y éste llegó en el partido. Etoo, especialmente activo, pudo batir en un par de ocasiones a Iker, aunque la hora de la verdad se produjo cuando el correoso Rafa Guerrero señaló un penalti que el camerunés se encargó de disparar. Como hace unos días en el Camp Nou, Samuel cogió la pelota, la mimó y, aunque marcó en primera instancia de manera ilegal, en la repetición se volvió a topar con Casillas, en este caso con los pies, que le recordó el episodio del Camp Nou y de paso le mandó un mensaje para que lo traslade en Barcelona: hay Liga.

Esa parada acabó por dar alas a sus compañeros, que se vinieron arriba de la mano de un talentoso Feliciano López y un acertado Juan Carlos Ferrero. Alonso también aportó lo suyo y entre todos dejaron en nada los arrebatos de clase del zurdo Nadal. Su ocasión de resarcirse llegará el año que viene. De momento, en este se doblaron las ayudas recibidas, de 125.000 del año pasado a 250.000. Por eso el mensaje de ambos fue sincero ante el abarrotado Palacio. "Os damos las gracias. Esperamos que lo hayáis pasado bien. El año que viene lo haremos mejor y con más pruebas". Chapeau.