Liga BBVA | Undécima jornada

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Lo pasó mal el Barça en Huelva, donde mostró (sin Iniesta, eso sí) su aspecto más mortal, pero logró la victoria y pone tierra de por medio con Valencia y Madrid, que perdieron, y el Villarreal, que empató. A ellos se pega el Sevilla al ganar en Getafe y se acerca el Atlético tras golear con facilidad al Deportivo.

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El personaje. Asenjo

Mucho tuvo que cantar el francés Butelle, la temporada pasada, para que Mendilibar decidiera dar la alternativa a Sergio Asenjo, uno de los porteros más prometedores del fútbol español. De eso hace un año y ya no hay quien quite a este palentino de los tres palos blanquivioletas. Sergio tiene pasado seductor: fue carne de ojeadores (el Chelsea le pretendió) y otro de los muchos héroes que fabrican las categorías inferiores de la Selección, con la que ganó un Europeo Sub-19. Ya en Primera, forja poco a poco un gran carácter en partidos como el que ganó al Madrid. El sábado, Asenjo tuvo el ángel que tanto le echamos en falta ahora a Casillas. Ha nacido un nuevo Iker: es de Palencia (como Ramón Calderón) y juega en el Valladolid.

Noche mundial del sportinguismo

Mestalla vivió la Noche Mundial del Sportinguismo: hubo reencuentro de Villa con el club de sus amores; hubo gol 100 del Guaje en Primera (sin celebrar, claro); hubo camiseta del 9 para el mítico Quini... Y hubo la brillante victoria de un equipo que le ha cogido el ritmo y hasta el gusto a la categoría después de haber sido defenestrado. El brindis final lo propuso Preciado, entrenador del pueblo, en una sonriente conferencia de Prensa post-partido: "Me voy a tomar una copita por Valencia". Por Villa, quiso decir. O por Quini. O, en realidad, por todo el Sporting, ese simpático y honorable club que tanto hemos echado de menos durante una década. Divisis

Forlán, kun, aguirre y el corporativismo

Forlán y Kun jugaron juntos y el Atlético ni siquiera sudó para golear al Deportivo, para engancharse otra vez a la ilusión que tanto destilaba en los amaneceres de esta temporada. Sería muy fácil explicar la suplencia de Agüero en Anfield y la de Diego en Pamplona calificándolas como dos ataques de entrenador, ese tópico recurrente, que sufrió Aguirre. Pero no. Osadías así, tan inexplicables, son quizá puro y duro corporativismo. Sí: ellos, los técnicos, pertenecen a un gremio, y si abusan de la decisión exótica es simplemente con el ánimo de justificar su función, de eternizarse. Piénsenlo: si los entrenadores hicieran siempre lo lógico... cualquiera podría ser entrenador.

Casillas y Ramos

Los equipos de fútbol son organismos vivos, laten y viven, dormitan y mueren. En el Madrid de hoy, Casillas hace de alma y Sergio Ramos, de buena parte del carácter. El lamento de Sergio en AS hace semanas es un ejemplo gráfico de que a este equipo que todavía entrena o desentrena Schuster le flaquea el orgullo. De que algo (o más bien mucho) falla, más allá de la cortedad de la plantilla o de la ausencia de peloteros de garantías en algunos puestos primordiales. El balonazo de Iker a Cannavaro no es más que una metáfora del desquiciamiento general por el que transita el Real Madrid, que no sólo no anda, sino que no sabe siquiera a dónde ir. Iker y Sergio, ganadores naturales, no son de los que se tapan. Por eso, cuando el barco se hunde, algunos, injustamente, les señalan como culpables.

Llorente tiene todo para acercarse a Ibrahimovic

En la retina guardamos los dos goles para enmarcar de Ibrahimovic al Palermo. En el papel escribimos del gran partido que hizo Llorente, ese otro tanque (1,95) con clase al que Del Bosque hará internacional. Lo tiene todo: la baja, regatea y asiste. ?Pero le falta gol?, reclaman sus detractores. Ayer marcó, un golazo. Con 23 años, Zlatan sólo había hecho 30 tantos en el Ajax. Y ésa es la edad que tiene Fernando...

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