Liga Adelante | Murcia 2 - Girona 0

'Capde' y Bruno alivian al Murcia

Los grana arrancaron bien pero terminaron a merced del rival. El Murcia, mejor con dos puntas. Pero no definió y llegaron los miedos y el bajón físico

RESPIRO. Los jugadores del Real Murcia salieron aliviados tras cosechar un nuevo triunfo ante su público. La salida de la zona de descenso, más cerca.

El Murcia ganó, y además con holgura. Y como esto no suele ser frecuente es, de por sí, el titular con el que se debe empezar esta crónica. Las próximas líneas nos llevarán a otras consideraciones tales como la decisiva, a la par que positiva, titularidad de Iván Alonso que con su sola presencia transmitió seguridad a los suyos y también miedos a un Girona que en el primer tiempo fue un alma en pena, una caricatura de equipo. A lo beneficioso de jugar con dos puntas en casa, a otras menos positivas como el desplome físico que volvió a sufrir el equipo tras el descanso, a la respuesta de la grada, al cariño que ésta le ha cogido a Dialiba, al golazo de Capdevila, al buen partido de Bruno, al apretón del final... pero reitero por lo trascendente, por la complicadísima situación en la tabla, por lo tensa que estaba la soga, el primer mensaje debe ser de alegría por los tres puntos que ya están en el zurrón grana.

Una satisfacción que pudo rozar el éxtasis pero que, también es cierto, pudo acabar, como otras tardes, en tragedia greco-grana. El JaviMurcia pasó de mandar (espero que tome nota de lo beneficioso, casi de obligado cumplimiento como local de jugar con dos puntas) de tener sometido a un Girona medroso y limitado a estar a merced de los catalanes. Pasó de vivir en el área de Gómez a correr detrás de la pelota. De mandar en las bandas con un soberbio Capdevila (fue de los que menos acusaron el bajón físico) y Dialiba a perderlas. De tener la bola con Bruno como gran controlador del tempo de juego, a sufrir tras la salida de Matamala. Del todo, de la ilusión a la nada. A que los fantasmas, y también el run run temeroso de la grada volvieran a hacer acto de presencia en una tarde en la que se daban todos los condicionantes para ganar, convencer y hasta golear. Pero no. Se ganó pero sin el brillo que prometía el buen arranque de partido y ante un equipo que demostró en NC dos cosas: que la Segunda de este año es espantosa y que con poco que se haga y que se tenga se puede sobrevivir en la mediocridad.

Con eso y con la lucha que contagió Iván Alonso, El Helicóptero no marcó, tampoco estuvo demasiado fino pero le cambió la cara al tristón y dubitativo Javi Murcia. Tiró de un carro en el que los goles, golazos, los firmaron Capdevila (¿A quién se le concede la autoría de su llegada?) y Bruno ( completísimo su partido y con la guinda del gol. Nadie echó de menos a Marcinho).

Fogonazos. Eso fueron sus goles. uno permitió soñar con un mundo mejor antes del descanso... y el otro respirar tras la buena segunda parte de los visitantes. De un Girona que empezó siendo un equipito y que acabó por parecer (ya sea solo por indumentaria) al Chelsea... goles, y victoria en definitiva, que llevan al baúl de lo que no se recuerda, de lo que se tiende a olvidar, las dos oportunidades tras el saque de sendos corners de ese Matamala que fue muy peligroso y malo para el Murcia (en uno rozó el gol olímpico y en otra estrelló el balón en el palo). O la pelea constante de Gabri y Paco Estebán y el dominio visitante... y es que el Girona fue mucho mejor en el tramo final. Algo en lo que colaboró un Murcia que flojea cuando los partidos maduran tanto si está por delante como si sufre perdiendo.

Un Murcia muy tocado fisicamente (y estamos como aquel que dice empezando esto) que sólo respiró tranquilo en el último minuto y que debe persistir en lo bueno. En mantener a Iván en el once (era pecado no meterlo), en el buen tono que ayer ofertaron los defensas y también el cuestionado Alberto, en la recuperación de Capdevila, en la explosividad de Dialiba... A poco que lo haga, con lo flojita que está la categoría, a nada que Clemente se centre en sus labores y deje la polémica, a nada que se den dos triunfos igual hasta llega el día en el que soñar con las estrellas. De momento el triunfo más holgado del curso 'regaló' un buen despertar dominical a la fiel afición grana y permite a Clemente seguir al frente... pese a estar aún en descenso.

El detalle: los goles, para ángel montoro

Los dos tantos marcados ayer por el Real Murcia tuvieron una dedicatoria especial. Capdevila y Bruno (los dos goleadores del conjunto que dirige Javier Clemente), nada más marcar sus tantos, se dirigieron al banquillo grana para dedicarles los goles a Ángel Montoro. Dos abrazos que valieron para sumar la tercera victoria consecutiva en casa.

Lo más visto

Más noticias