La plantilla arropa a Colsa en la entrega del 'Trofeo Chisco'

Gonzalo Colsa recibió ayer en el Palacio de Festivales el 32º Trofeo Chisco, segundo que consigue tras el de la temporada 00-01. Este galardón se instauró a finales de los años 70 por RNE en Cantabria, destacando a los racinguistas que con garra, esfuerzo y dedicación defienden la camiseta verdiblanca.

No estuvo toda la plantilla del Racing presente. Le arroparon Navas, Serrano, Oriol, Marcano, Pinillos, Coltorti, Pereira, Sepsi, Bedia y Gonçalves, y varios de algunos Chiscos pasados, como Setién, Sañudo, Gelucho, Mantilla, Benito, Cantudo, Pedraza, Chiri, o los compañeros actuales en el vestuario racinguista, como Munitis, Luis Fernández y Pedro Alba.

Gonzalo quiso agradecer a sus compañeros el premio: "Se lo dedico a ellos porque el fútbol es un deporte colectivo y si alguien consigue algo es porque todos los demás también contribuyen. Recibir este 'Chisco' es todo un honor, un hecho que quedará grabado en mi memoria para siempre. Sé que es una distinción que ha influido en varias generaciones de futbolistas".

El centrocampista recordó el buen año que disfrutó el racinguismo la temporada pasada: "Una de las mejores etapas del Racing. De algún modo certifica todo lo que se hizo la pasada campa todo gracias a la unión entre plantilla y afición".

Francisco Pernía recibió el Trofeo Chisco a la trayectoria en nombre del Racing, por la excelente temporada pasada. El presidente se mostró orgulloso: "Es un premio para los que ahora no están entre nosotros y que algún día soñaron que llegaríamos a jugar en Europa o alcanzar una semifinal de Copa. También es extensivo para todas las plantillas que han militado en el Racing. Y a esta, que al final seguro que da el do de pecho".

Revilla critica la situación del club y las ventas de jugadores

Miguel Ángel Revilla entregó a Colsa el Chisco emocionado: "Es un símbolo del Racing, ejemplo de pundonor, el año pasado fue el estandarte". Revilla aprovechó para dar su punto de vista respecto a la actual situación: "Es muy complicada. No es el equipo y no se juega como el año pasado. Ya dije que no me gustaba la orina del enfermo. Habíamos devaluado el equipo con las salidas de Jorge López y Duscher. Le pedí al presidente y al propietario que no decepcionáramos a 20.000 personas que habían tocado el cielo. No se ha mantenido ese esquema. Hay que estar a las duras y a las maduras y no quiero que se moleste nadie, hablo como aficionado. No veo a los jugadores con la misma chispa, pero deben mentalizarse de que está en juego toda una Cantabria que no quisiera ver frustradas esas expectativas creadas".