Liga Adelante | Real Murcia 1 - Sevilla Atlético 0

Elía y Despogol evitan otro susto

Pese al gol tempranero el Murcia, no fue mejor que el filial sevillista Perotti y Mohammad rozaron la igualada El público de NC, asustado y resignado

SUFRIDO TRIUNFO. El Murcia acabó pidiendo la hora.

El JaviMurcia ganó, cumplió con su primer mandamiento, pero no fue capaz, ni mucho menos, de convencer con fútbol, con ocasiones, ni tan siquiera con casta, a sus aficionados de que los días duros, los vividos hasta la fecha, son cosa del pasado. Los males, las deficiencias, los síntomas del enfermo que es este Murcia lejos de desaparecer volvieron a quedar patentes ante un equipo en fase formativa como es el Sevilla Atlético. El filial palangana, de haber tenido un poquito de puntería, incluso se pudo llevar la victoria de la Nueva Condomina. De no haber estado tan inspirado Elía (vive los partidos con una intensidad que o contagia o provoca la taquicardia), de no haber estado tan fallones los Perotti, Mohammad y compañía, el epílogo de otras tardes estuvo a punto de repetirse. La tragedia (y también por fases la bronca contra Clemente) sobrevoló un estadio que ya se empieza a resignar a que su Murcia está para ganar de vez en cuando, para sufrir siempre y para nada más que no sea evitar el colector de la tabla. Para nada más.

Paradojas del fútbol, perdió el equipo de Galeote pero su ideario, el fin que persiguen todos los equipos nodrizas salió reforzado de su visita a una de las canchas, a priori que no en la realidad, más exigentes de la categoría. Al Sevilla Atlético le sobra lo que al JaviMurcia le falta: calidad individual. Que sumada se traduce en calidad del colectivo. Ganó el Murcia y pese a esto sus defectos volvieron a sobresalir por encima de lo poco bueno que oferta este equipo que se reduce a la calidad de Aquino, al olfato de gol de Despotovic y ayer al menos, a la fiabilidad de Elía que como la mayoría de los porteros del mundo mundial, en otra de las paradojas de este juego, disfruta cuanto más trabajo le dan los rivales, cuanto más tiene que parar... y ante el filial andaluz, el ex de Osasuna se ganó el jornal.

En una tarde-noche en la que el JaviMurcia volvió a complicarse la vida cuando mejor se le ponían las cosas. Tras ponerse por delante en el marcador, después de su primera (y única) oportunidad clara antes del descanso, después de que el niño Aquino ejecutara un friki como solo lo hacen los elegidos. Sacó su guante a pasear, hizo volar a Vargas y entre Cuéllar y Despotovic se encargaron del resto. Lo complicado parecía hecho, pero van tan justo el equipo (de equipaje futbolístico y también de confianza y gasolina) que lejos de asentarse, de empezar a tocarla, se tiró cobardica atrás y vio crecer al Sevilla. Apareció Cordero en el centro del campo (se comió a los dos del Murcia), Perotti dijo aquí estoy yo y los miedos se hicieron presentes. Fernando se encontró con una ocasión para empatar (pudo haber penalti en ese lance) y el equilibrista Murcia volvió al alambre. Los visitantes sabían a qué jugaban, los grana no. Sufrían sin la pelota y no sabían que hacer con ella. Con murmullo en la grada y sin fútbol en el verde se llegó al descanso. Nada era diferente a otros días.

Todo o nada.

Tras la reanudación, y visto lo visto, Galeote se la jugó y metió a Mohammad (muy interesante) y a Pukki. Los dos se pusieron a las ordenes del general Perotti. El Sevilla mandaba. El Murcia, en la enésima demostración de sus limitaciones, se limitaba a intentar cazar a la contra a un rival que no está entre los mejores de Segunda, todo lo contrario. Marcinho en una oportunidad y Cuéllar en otra pudieron poner tierra de por medio, pudieron elevar el 2-0 al marcador, pero marraron. Lo mismo que hicieron los alevines de Nervión que tuvieron en las botas de Salas (sacó su cañón) y en la cabeza de Mohammad un empate que estuvo a un paso de llegar en una jugada en la que el propio Mohammad pidió penalti por agarrón dentro del área.

Los últimos instantes dejaron una imagen para el recuerdo: los once del Murcia achicando y los sevillistas desesperados en pos de un gol que no llegó. En pos de un empate que no se dio. Ganó el JaviMurcia (3 de 21), perdió el filial pero todo sigue igual... igual de mal para un Murcia resignado a su suerte y a la deriva.

El detalle: EL SERBIO SIGUE EN VENA DE GOL

Desde que anotara ante el Zaragoza hace un mes, Ranko Despotovic no ha dejado de cantar gol. Por cuarta semana consecutiva, mojó. Se le fichó para marcar y lo está haciendo. Es de esos puntas que sólo aparecen para definir, pero eso se paga. Lejos del área pequeña pierde valor, pero en ella es un jugador muy interesante. Determinante.

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