La crisis y el descenso vacían los palcos VIP

De haber tortas para asegurarse un palco VIP a empezar a acumular polvo. Ese es el giro que han experimentado los 33 nichos de lujo de la Nueva Condomina en un año. En doce meses se ha pasado del lleno hasta la bandera, pese a los 60.000 euros anuales que costaba ver el fútbol de Primera en las plateas 'cinco estrellas' con parking privado y servicio de catering del recinto murcianista. En la actualidad sólo seis empresas han mantenido su compromiso y sólo seis palcos VIPS se abren cada fin de semana que los grana actúan ante su público. El resto están cerrados en espera de que cambien los tiempos, también de que el JaviMurcia sea capaz de regalar triunfos que acerquen a los grana a su único objetivo, la vuelta a Primera , pero sobre todo pendientes de encontrar público y empresas pudientes capaces de soportar los 30.000 euros en los que se ha cifrado esta temporada la reserva de las 10 butacas exclusivas con las que cuenta cada uno de los 33 palcos, amén del servicio de bar y catering que se sirve en el antes, durante y después de cada partido.

Hubo espera. En esos no tan lejanos días de frenesí económico, fueron infinidad las empresas, sobretodo las vinculadas al sector de la construcción, al ladrillo, las que hacían cola para agasajar a sus clientes y proveedores. Ahora, ese público ha sido el primero que ha abandonado la moda de ver el fútbol desde la exclusividad de un palco VIP. Recintos que a la entidad que preside Jesús Samper le reportaron por encima del millón y medio de euros la pasada campaña y que ahora apenas dan para cubrir gastos.

Un estadio de cinco estrellas y mucho gasto

Es innegable el efecto positivo que trajo la inauguración del nuevo recinto grana en el último trimestre del 2006. Desde su puesta en funcionamientos, y coincidiendo en el tiempo con dos variables tan favorables como el ascenso-express y el posterior ascenso a Primera logrado con Alcaraz en la banqueta y por supuesto el favorable momento de las finanzas en la Región, la Nueva Condomina multiplicó la masa social e hizo de motor en el renacer de la llamada grana. Ahora, y por primera vez desde su puesta de largo, la magnitud del estadio puede jugar en contra ya que abrir cada día de partido el recinto ubicado a los pies de la autovía que une Murcia con ALicante conlleva importantes gastos tanto en el personal necesario para 'mover' la mole (son muchos los accesos y mucha la zona a vigilar por seguridad privada), como también para su mantenimiento.