Justa igualada entre vecinos

Tarde de derbi y también de sorpresas en Nueva Condomina. De derbi porque una vez más de este tipo de duelos vecinales surte el milagro de acortar las distancias que existen y que marca la clasificación. Y de sorpresas porque el Murcia fue mejor de lo que se esperaba tras sus anteriores precedentes y el Hércules fue un poquito menos de lo que se esperaba y se espera de todo un líder. Quizás una cosa llevó a la otra y la notable mejoría experimentada por el JaviMurcia (aún le siguen faltando muchas cosas, pero evidenció síntomas de recuperación) repercutió en el irregular rendimiento de los de Mandiá sobre el césped de Nueva Condomina que también se apuntó al 'sorpresa-sorpresa' y aguantó fenomenalmente bien pese al amago de gota fría.

Con el público doblemente desconfiado, mirando los negros nubarrones y expectante ante lo que pudiera ofrecer el Murcia arrancó el partido, el primero bueno del equipo de Clemente que presionando muy arriba, juntando a sus mediapuntas, intercalando las posiciones de Aquino (le ha venido bien su periplo con la Sub'19), Núñez y Capdevila generaba el desconcierto de un Hércules que, ciertamente, parecía no esperarlo. Despotovic llevó el primer 'uy' con una buena diagonal y luego Aquino con dos zarpazos desde la larga distancia y Marcinho de soberbio testarazo. Sin demasiada profundidad, sin bandas, el Murcia mandaba. El Hércules andaba incomodo. Ni Rodri ni Farinós se lograban hacer con los mandos. Sólo Tote (¡que bueno es!) y el chaval Raúl nos recordaban que el que visitaba NC era el líder. Un Hércules que antes del descanso, cosas que tienen los equipos ganadores, y éste de Mandiá lo es pese a todo, pudo ponerse arriba de haber estado más acertado. En su caso cosas de la edad, el canterano Raúl que en un par de ocasiones ganó la espalda a Peña y la tiró fuera. No hubiera sido justo. Ni con los merecimientos del Murcia, ni con los méritos contraídos por el Hércules.

Tras el descanso, al menos en el primer ratito, en sus primeras carreras, los de Mandiá parecían asumir su rol y su condición de favoritos, pero fue aparecer Dani Aquino y volver a equilibrarse todo. 'El Torito' se inventó un regate a su sombra que nubló a Dani Bautista y que a punto estuvo de convertirse en el primer gol grana. Esa jugada (y los gritos de la parroquia visitante, "a Segunda B",) encorajinaron a los grana y a su gente. Al poco Aquino la volvió a tener.

Con los dos equipos empezando a notar el correr de los minutos, tremendamente fatigados, el duelo quedó reducido a un duelo entre Tote y Aquino. Los dos futbolistas más dotados de ambos bandos. Farinós aparecía como secundario, también Mejía (está de dulce y rinde tanto de central como en el centro del campo), incluso Morán, el mejor de todos los recambios que los dos entrenadores pusieron sobre el verde para cambiar la inercia a un partido que se consumía al empate. Un choque que hubiese sido del que hubiera marcado primero. Para el Murcia de no haber volado Calatayud tras un remate a bocajarro de Núñez (sus mejores minutos con la grana), para el Hércules de haber acertado Tote tras jugadón personal sublime y pared con un Rubén Navarro que mejoró mucho el rendimiento de Sendoa. Pero no, nadie marcó y el empate permite a Javier Clemente llegar vivo a la cita del próximo fin de semana en Mendizorroza y a Mandiá y a su Hércules salir de Murcia con la misma ventaja de puntos (ocho) y en lo alto de la clasificación.

Miedo a perder.

Un justo reparto de puntos al que se llegó tras un final del partido en el que ambas escuadras también dejaron patente que daban por buena la captura. Entre el cansancio físico acumulado por los dos bandos, algo a lo que ayudó el ida y vuelta total en el que se convirtió el segundo periodo y el temor a perder ese punto que da la Federación, ese con el que parten todos los equipos, murcianistas u alicantinos fumaron a su manera la pipa de un empate que, como todos, deberá ser confirmado, para bien o para mal, la próxima semana. El próximo examen.