Quiere ser el niño en el bautizo...

Protagonitis aguda. Eso, y además, la intención de que sus palabras fueran escuchadas no sólo por los futbolistas, si no por todos los medios de comunicación. A estas alturas de partido, de Clemente se puede pensar casi de todo menos que es un ingenuo y mucho menos en lo referido a los medios, a la controversia, a la polémica que tanto le gusta y que tan bien maneja (es el mayor animal mediático del fútbol español). Si no hubiera buscado un altavoz, se lo habría dicho en el vestuario, o en el terreno de juego a distancia de los ojos y de los oídos que le seguimos desde su llegada. Pero no, le va la marcha y ayer lo volvió a demostrar.

La motivación para su destape puede tener respuesta en sus deseos de llegar limpio al final liguero. Vamos, para que el marrón y la culpabilidad del descenso se la coman Alcaraz y su staff (que fueron los primeros en recibir) y los futbolistas (los segundos en el reparto de palitos), para de esta forma poder vender sin lastre alguno, su candidatura para seguir en el banquillo de la NC para el próximo curso. Clemente es largo y sabe que ahora mismo tiene a su favor a la grada. Fue otro examen para quedarse.