"Tenéis mucha jeta. En el Bernabéu os cagasteis"

Tras apuntar y disparar con calibre bajo a los futbolistas a la conclusión del partido en Chamartín (llegó a decir en un tono menos enérgico al utilizado ayer, que no habían tenido valor para ganar) Javier Clemente descargó delante de ellos toda su munición en el primer entrenamiento semanal.

Antes de que diera comienzo la sesión, convocó a todo el plantel en la sala de prensa de Cobatillas y allí, por espacio de cuarenta minutos, y elevando considerablemente el tono (casi gritando) les 'regaló' dardos como a los que a continuación pasamos a reproducir: "Tenéis mucha jeta y me refiero a que no estáis comprometidos".

Una andanada a la que siguió un directo al orgullo del plantel: "No tenéis nivel para afrontar partidos de Primera División". Y este otro: "En Madrid fuisteis unos cagaos. Ellos (en alusión al Madrid) estaban con uno menos,, con Robben y Sneijder reventados y no fuisteis capaces de dar un paso al frente". Con el grupo en silencio y aturdido -fueron pocas las voces que le rebatieron en su largo monólogo- Clemente remató su faena con una pregunta al aire: "¿Es que no queréis salvaros?...

A trabajar.

Frases rotundas que si bien no fueron recogidas por cámara alguna, sí llegaban al exterior del recinto utilizado por Clemente a modo de 'confesionario' con una nitidez total. Quizás logrando el objetivo adicional, además de arengar-abroncar a sus chicos, que buscaba el de Baracaldo, conseguir que sus palabras tuvieran repercusión mediática. Tras decirles todo lo anterior y otros aspectos referidos al desarrollo del partido (les cuestionó por la falta de profundidad en el juego) Clemente les espetó algo así como "y ahora a trabajar". Durante la sesión preparatoria las caras largas, los semblantes serios fueron la tónica de una jornada de trabajo en la que también llamó poderosamente la atención la exigencia física de la misma. Rompiendo con su modus operandi, al menos con el que ha exhibido desde su llegada, Clemente dio 'carta blanca' al preparador físico grana, José Antonio Morga, que por primera vez desde la llegada del técnico vasco se empleó a fondo con la plantilla.

Enterado a través de sus auxiliares de que sus palabras obraban en poder de los medios de comunicación, Clemente amenazó con imponer hasta nueva orden los entrenamientos a puerta cerrada.