Se demostró que era un imposible

Hasta el gol de Sneijder, el plan 'amarrete', el que dibujó Clemente, funcionó. Hasta ese momento flotaba la sensación de que se podía 'pescar' algo. No sé si la victoria pero sí un empatito que tampoco le hubiera arreglado la vida al Murcia. Pensar que con seis defensas, con casi todos detrás del balón, se podía ganar en Madrid era pensar y hasta soñar demasiado. Era, qué narices, un imposible. La gracieta del bus pudo servir durante la semana, pero a la hora de la verdad era un suicidio... Incluso jugando ante un Madrid tan reservón como el de ayer. Y esto, el haber visto tan vulnerable al Madrid, lo que confirma que para ganar a un 'grande' por mal que esté hay que ser un poquito osado, un poco valientes.

Cierto que el Madrid no avasalló, que el Murcia fue un digno rival y que la derrota por la mínima no trae consigo un 'chorreo de goles'. Pero aun perdiendo así, el Murcia cayó y tiene prácticamente los dos pies en Segunda. Cierto que llegar tan exigido al Bernabéu es casi tan arriesgado como jugarse el patrimonio a la lotería. Nadie le hubiera reprochado a Clemente si hubiera jugado con un equipo más equilibrado... pero él se lo jugó. Apostó y su caballo, aún digno, no llegó ni a ver de lejos la foto finish.