Primera | Real Murcia 0 - Almería 1

Melo fulmina a un Murcia que acabó desquiciado

Gallardo y Regueiro fueron expulsados por doble amarilla

pepe valero

Fue 'espumoso' el Murcia (tuvo tres clarísimas en las botas de Goitom, Regueiro y Baiano) y resultó letal el Almería que ganó gracias a un gol de Melo al filo del descanso. Con eso le bastó al equipo almeriense para sumar tres puntos importantes en un choque de los que al final de curso se recuerdan. Un partido que acabó de mala manera para los de Alcaraz que además de perder, acumularon dos expulsiones y muchas tarjetas amarillas.

Tuvo el Murcia un arranque made in Emery, velocidad, juego y ocasiones pero no llegó el gol y entonces fueron los almerienses quienes comenzaron a ser ellos mismos. Empezaron a ganar las bandas, cortocircuitaron al Murcia y aguardaron su momento. Y éste llego cuando más duele, al filo del descanso. En su segunda llegada de peligro, Felipe Melo se elevó más que nadie en las postrimerías de la primera mitad para adelantar a los suyos.

Con ese tanto se quedó el choque donde más le gusta al equipo almeriense. Esperando su ocasión para matar el partido y con la desesperación de un Murcia que empezaba a pensar ya en negativo. Con el Murcia 'groggy' tuvo Mané de impresionante zurdazo pero la ajustó tanto que golpeó en la misma escuadra. No entró, pero fue una suerte de puntilla para el once grana que veía que ya ni se generaba fútbol, que Goitom y Baiano 'ni la rascaban' y que, además, para más inri, se desesperaban con el criterio arbitral.

En ese momento comenzó el esperpento, expulsiones más o menos justas (la de Gallardo y la 'chiquillada' de Regueiro) y Turienzo y los parones que fueron los mejores aliados de un Almería que siguió a lo suyo, esperar, esperar y esperar.

Alcaraz se la jugó, sacó a todos sus delanteros (igual tardó demasiado), pero no era el día de la heroica. El Almería a la contra pudo resolver con Crusat, con Corona y con Uche, pero no lo hizo y eso permitió a los grana llegar hasta el final con esperanzas... que a la postre resultaron vanas.

Con la afición almeriense festejando, la grada de la Condomina premió el esfuerzo de los suyos y despidió a Turienzo con una sonora bronca.

Al final, premio gordo para el Almería y carbón para un Murcia que sumó su segunda derrota consecutiva. Porque bastante tuvo el Murcia con hacer que pasara el tiempo sin encajar más goles. Lucas apuró los cambios esperando una última y postrera oportunidad que no llegó pese al aliento de la grada y la mayor ilusión de los grana. El Almería jugó en el alambre pero sacó petróleo de un partido vital para ambos.

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