El resurgir de Etoo y Messi tapa el eclipse de Ronie

Sigue jugando mal, sin chispa, sin sensación de peligro. Al Ronaldinho de antaño sólo le queda el nombre, la marca que sigue vendiendo como churros y las natillas. Futbolísticamente, cero. Y posiblemente patatero. La verdad es que el aficionado del Barcelona está decepcionado. Triste. Desconsolado por ver que el teórico mejor futbolista del mundo tiene minutos en el equipo de Frank Rijkaard, pero el entrenador parece que ha tomado la decisión de comenzar a mover ficha y a darle descanso en los partidos. Eso sucedió el sábado en Huelva, cuando Eidur Gudjohnsen reemplazó al 10 en la recta final.

Y esta sensación se acentúa más viendo el arranque post-lesión que han tenido Leo Messi y Samuel Etoo. A los tres goles que hizo el argentino al Real Madrid en el Camp Nou (3-3), se debe sumar el anotado en el Nuevo Colombino. Las ganas del jovenzuelo son bestiales y aunque a veces puede parecer que se ausenta de los encuentros, Messi siempre acaba apareciendo y dejando muestras de su calidad.

Por su parte, Samuel Etoo comienza a acumular portadas y protagonismo. Tuvo un amago de regreso, pero decidió parar. Y lo hizo para volver a lo grande. Con él en el campo, el Barça vuelve a presionar a la salida del rival desde atrás y ha mostrado tener ese instinto goleador que le llevó a convertirse en un ídolo sincero y ser la pieza clave para que el proyecto vuelva a ser ganador.

Dos lesiones que están olvidadas

En un partido de Champions disputado en septiembre en Bremen, Etoo se rompió la rodilla, situación que trastocó los planes de Rijkaard, que se vieron agravados por la grave lesión que Messi sufrió ante el Zaragoza, sólo dos meses después. Ya está todo olvidado.