"Con Cornellà-El Prat el club ganará autoestima"

¿Cómo pasó el final de año?

Muy bien. Fui a casa de unos amigos con mi familia. Aprovecho estas fechas para poder estar cerca de los míos, que durante todo el año apenas podemos disfrutar de muchos momentos así.

¿Pidió algún deseo para 2006?

Que nos acompañe a todos la salud.

¿Y para el Espanyol?

Para el club y el equipo cada día pido deseos. Me gustaría poder repetir el buen papel que el año pasado hizo el equipo en el campeonato. Nos quedamos a un gol de la Champions, aunque la UEFA también fue un buen premio. Esta temporada las cosas no arrancaron muy bien, pero poco a poco se están poniendo en su sitio. Estoy convencido de que el primer equipo, después de la victoria en A Coruña, ha adquirido más confianza y enfocará con más energía los dos partidos de esta semana, ante el Getafe en la Copa del Rey, y ante el Barcelona, en Liga.

Dos partidos muy complicados.

Todos lo son, la verdad. Pero hace días que voy diciendo que pienso que podemos ganar al Barcelona en nuestro estadio. Juegan muy bien, pero nosotros también tenemos nuestros recursos.

¿Los resultados pueden influir en la asamblea del próximo 7 de febrero?

Sin duda.

¿Hasta cuándo la tregua con Claudio Biern y Espanyol 3.0?

Quedamos en estar todos quietos hasta después de las Navidades. Supongo que a partir del día 8 el panorama comenzará a cambiar.

Esta situación recuerda un poco a las del cómico Miguel Gila, con aquello de "¿que está el enemigo?"

(Ríe) Tampoco es eso.

¿Hubo sabotaje en la Junta del pasado 1 de diciembre?

Tengo el informe de todo lo que sucedió encima de la mesa de mi despacho. Y no, la verdad es que no lo hubo, pero sucedieron cosas que pueden repetirse. Por ese motivo, convocaré en los próximos días a la prensa para explicar todo lo ocurrido.

Donde parece que no hay sabotaje es en la construcción de Cornellà-El Prat.

Eso va como un tiro. Espero que para el tramo de agosto-septiembre del próximo año sea ya una realidad.

¿Usted es de los que se fija en la cuenta atrás que publica a diario este periódico y que informa de los días que restan para que sea una realidad?

Me hizo gracia desde el primer día. Pienso que no estarán muy desencaminados. Podría haber un desfase de 30 días, pero ya lo iremos viendo. Además, podría explicarle alguna novedad.

¡Adelante!

Hace una semana se aprobó una nueva ley de equipamientos comerciales y ahora tendremos que esperar al mes de abril. Entonces tendremos una licencia comercial con la que el Grupo LAR podrá comenzar a trabajar en la construcción del centro comercial que estará ubicado en el mismo estadio.

Eso le dará vida a la entidad.

¿Vida? Es el sueño más grande que podemos tener desde que tuvimos que vender Sarrià. Pasaremos a tener un presupuesto, entre 55 y 60 millones de euros. Con estos números, el Espanyol pasará a codearse con los equipos de la zona alta de la clasificación. Con Cornellà-El Prat el club ganará autoestima.

Pero estamos en lo de siempre, todo depende de la Junta del próximo día 7 de febrero.

Evidentemente.

¿Cuántas veces ha dicho eso de que si gana la Junta, después de cortar la cinta del nuevo estadio se irá a su casa?

Muchas, pero es lo que pienso de verdad, y va en serio.

Muchos cambios en su equipo de trabajo.

Un club de fútbol es como una empresa: te renuevas o acabas muriendo. Por ese motivo deseamos hacer un grupo de gente joven, combinado con personal más maduro, para que vayan tomando las riendas del club.

¿El área Social tendrá muchas novedades?

Efectivamente. La idea que tenemos es la de dividirla en tres grupos: Comunicación, Márketing y la propia Social.

Uno de los grandes fichajes del Espanyol ha sido Sebastían Javier.

Sin duda alguna. Las veces que le he pedido algo, no ha dudado nada en ayudar al Espanyol. Primero con el patrocinio del equipo y después invirtiendo para fichar a jugadores.

El último en sumarse al carro fue el delantero uruguayo Walter Pandiani.

La cosa no está muy fina, la verdad.

Otro culebrón.

La vida continúa.