Osasuna me trae gratos recuerdos

Hoy, seré bueno con ustedes y no les aburriré hablando les del sector cabreado ni de ese escritor antifutbolero por excelencia llamado Sánchez Dragó. Como mañana viene Osasuna les explicaré los motivos por el que este equipo me trae fantásticos recuerdos. Primero, porque me gusta Pamplona y ese equipo me cae de maravilla y su afición es de las mejores de España. Y para explicar el segundo motivo, vamos a retroceder en el tiempo unos añitos. Apenas seis.

El Málaga, que entonces entrenaba Joaquín Peiró, estaba en Segunda. Estuvimos cuatro días en Navarra tras un partido de Copa en Valladolid con derrota por 4-2. Disfrutar de las instalaciones de Tajonar es un lujo desconocido por estos lares. Por cierto, en aquel partido, jugado por la mañana, el Málaga perdió por 1-0 tanto marcado por un polaco llamado Trecziack. Los cabreadetes de entonces, más o menos los mismos que ahora (perdón... no iba a hablar de ellos) ponían al Málaga en Segunda B. Y la verdad es que ese día jugó fatal. En aquel momento, tuve el presentimiento de que, en sólo dos temporadas, este partido se repetiría en Primera. Dicho y hecho. Ahora, veremos a Calatayud, contra Milosevic, a Gerardo contra Moha. Amigos. Parece que fue ayer. Pues... fue casi ayer. ¡País!