Serra Ferrer toma aire

Sin jugar un pimiento, pero sabiendo sufrir, el Betis se llevó su primera victoria liguera a costa de un Athletic que tiene todos los motivos del mundo para quejarse de ese pésimo colegiado que es Evaristo Puentes Leira. ¿Cómo es posible que no viera el impresionante derribo de Rivas a Exteberria dentro del área a falta de apenas tres minutos? Etxebe, a todo esto, tuvo el empate en sus botas, pero Juanito, bien colocado sacó bajo palos. ¡Menudo respiro que dio Lorenzo Serra Ferrer!. Esto se trataba de ganar sí o sí y de pasar la presión a los leones, quienes, de manera injusta, tienen dos puntos en la clasificación cuando deberían sumar al menos seis más. Es la vida.

Pero el primer tiempo fue de chiste. De fútbol, nada de nada. De ocasiones de gol, cero patatero. De juego artesanal, bonito, fluido y con criterio, pues remítanse al apartado anterior. No se pueden imaginar la envidia que nos daba comprobar los goles que en otros campos como La Rosaleda caían como churros. Dicen que auténticos golazos. Y aquí... del tebeo. El 1-0 fue rocambolesco. Joaquín saca un córner, defensas y atacantes que más que un balón buscaban un ovni, Ezquerro que despeja, o eso intenta, y el balón se estrella en la rodilla de Juanito. Total. Nos enteramos que era gol porque el árbitro señaló el centro del campo. Hasta el público tardó en celebrarlo, pero lo celebró.

Pero es que este Betis está en rachita. Si contra el Espanyol, tras ponerse 1-2 llegó Maxi y fusiló en la jugada siguiente el 1-3, anoche se repitió la historia. Los vascos sacan de centro, Yeste aprovecha un clásico despiste de los centrocampistas verdiblancos y Rivas que le entra con menos fuerza que Nuria Roca presentando el Waku Waku. Y claro, le elude, centra y Urzaiz, más listo que el hambre, aprovecha otro nuevo clarito (habitual clarito, amigos lectores) defensivo para empatar. La ventaja del Betis duró exactamente treinta segundos. Total. 1-1 y nos quedábamos como estábamos. Al menos, en este eléctrico medio minuto reparamos en un par de detallitos. En primer lugar, que el Betis llevaba marcados tres goles procedentes de sendos córners sacados por Joaquín, lo cual nos hace retroceder a los mejores tiempos de Cunningham, en el pasado, el fichaje más caro en la historia del Madrid y que no aportó nada (espero que no le pase lo mismo al genio de El Puerto). En segundo lugar, como compensación, pudimos deleitarnos con las aisladas acciones de Yeste, uno de los mejores jugadores de los que podemos disfrutar en esta cosmopolita Liga

Y cuando el segundo tiempo tenía toda la pinta de hacernos sufrir y morir de aburrimiento, emergió la enorme figura de Joaquín. A su estilo se marchó del debutante Casas y su nueva asistencia fue cabeceada, con clase, por Fernando. Un excelente gol. Y un enorme error defensivo del Athletic, porque, de no haber rematado el malagueño, lo hubiera hecho Benjamín.

Al final, los béticos pidiendo la hora y los bilbaínos encomendándose al efecto Etxebe. Salió tarde.

Yeste, codazo y sangre

Fue en los primeros compases del partido. Un codazo a la italiana de Castellini impactó en el jugador rojiblanco Yeste, lo cual le supuso una hemorragia en la nariz.