Jason Biggs, el actor que fue protagonista en la mítica saga de comedias adolescentes 'American Pie', admite que se arrepiente de haber dejado pasar el papel de Ted Mosby en 'Cómo conocí a vuestra madre'en una reciente entrevista.

El actor que dio vida a Jim Levenstein en las citadas películas, también ha aparecido en varias series de televisión. Más notablemente, desde 2013 hasta 2019, Biggs tuvo el papel de Larry Bloom en 'Orange is the New Black'.

Pero, su carrera podría haber ido de otra manera, Biggs podría haber tenido otra actuación de lujo en la popular comedia de la CBS 'Cómo conocí a vuestra madre'. La serie, que se emitió desde 2005 hasta 2014, se centraba en Ted Mosby (Josh Radnor) mientras narraba los altibajos de cómo conoció a la madre de sus hijos.

En declaraciones a SiriusXM, Biggs confirmó que le ofrecieron la posibilidad de interpretar a Ted en 'Cómo conocí a vuestra madre'. Aunque alabó el guión de la comedia, citando su humor y originalidad, el actor explicó que no estaba seguro de estar preparado para comprometerse con un papel televisivo en ese momento. Estos es lo que dijo:

"Me ofrecieron el papel. Y sí, es probablemente mi mayor arrepentimiento, ya sabes, pasar. Creo que estaba, ya sabes, en una fase de... en ese momento. Ya sabes, suena tan, tan odioso decirlo ahora. Pero ya sabes, en ese momento, era como, 'Vale, ¿quiero hacer televisión?' No sé si estaba preparado para seguir ese camino. Era un momento diferente. Bien, hacer un par de meses en un concierto y luego moverse. Y luego comprometerme con un programa de televisión en ese momento. Sólo pensé, 'Bueno, ya sabes, no creo que sea para mí.' Era un guión realmente genial y divertido. Quiero decir, era definitivamente original y divertido, y todo el asunto, y era adecuado para ello. Pero sí, lo dejé pasar".

Los comentarios de Biggs reflejan lo diferente que era el panorama del entretenimiento en aquella época. Aunque la reputación de la televisión se vio reforzada gracias a series como Los Soprano, el estrellato cinematográfico seguía siendo el objetivo final de la mayoría de los artistas, mientras que la pequeña pantalla se consideraba generalmente un paso atrás o una especie de último recurso.

En la última década, gracias al auge de Netflix las líneas entre el cine y la televisión se han difuminado.