Hasta ahora se consideraba un misterio. Cada 8 años, un montón de milpiés desde 1920 colapsan una serie de vías en una zona de montaña de Japón. Era una rutina incómoda (y un poco espeluznante) que traía un montón de problemas de logística.

Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Royal Society Open Publishing ha descubierto que estos milpiés surgen en estos ciclos debido a que tienen un comportamiento similar al de las cigarras, los insectos que surgen y asolan las cosechas en norteamérica cada 17 años.

El milpiés del tren, -como se le conoce- tiene el nombre científico Parafontaria laminata armigera. Durante alrededor de medio siglo, los investigadores, han estado estudiando la especie, exponiendo las extrañas y prolongadas etapas de desarrollo de este artrópodo tan extraño.

Los milpiés de tren ponen sus huevos en el suelo y después de que eclosionan, deben pasar por siete etapas antes de emerger eventualmente del suelo como un milpiés maduro ocho años más tarde. Cada etapa dura un año, y cada verano mudan de piel.

Para confirmar el ciclo de vida de ocho años de los milpiés del tren, los investigadores tuvieron que rastrear su historia de vida completa desde el huevo hasta el adulto. Encontraron poblaciones en dos lugares, y los sitios fueron inspeccionados varias veces al año desde 1972 hasta 2016.

Tomando muestras del suelo en ambos sitios y documentando los cambios en las larvas de milpiés, pudieron determinar que los milpiés pasan por cambios de siete estadios antes de alcanzar la madurez. Una vez maduros, emergen de sus bolsas de muda y se mueven por la superficie del suelo. Es entonces cuando los pequeños retoños se convierten en un problema para los trenes, ya que emergen en tal cantidad que obstruyen las vías férreas.

Algunos milpiés viajan hasta 50 metros en busca de oportunidades de reproducción. Después de aparearse con éxito, se esconderán en el suelo de nuevo para hibernar en lo peor del invierno.