No les hace falta distanciamiento social, ofrecen bonitas vistas y llenan el espacio vacío al que Uceli Quartet, un cuarteto de cuerda formado por dos violines, una viola y un violonchelo, se hubieran enfrentado sin público. 2.292 plantas han sido los espectadores perfectos para este Concierto para el Bioceno del 22 de junio en el que los músicos, dirigidos por Eugenio Ampudia, interpretan el Crisantemi de Giacomo Puccini.

El Liceu de Barcelona ha decidido abrir sus puertas rindiendo homenaje al auge que la naturaleza ha vivido durante los meses de confinamiento. Víctor García de Gomar, director artístico del centro, ha aplaudido la iniciativa de Eugenio Ampudia en un comunicado.

"Su testimonio profundiza en el contexto actual y a la vez proyecta su carga emocional e intelectual en la esfera del compromiso colectivo. En esta acción en el Liceu plantea muchas preguntas sobre el traje absurdo que lleva la condición humana durante este confinamiento: un público privado de la posibilidad de ser público", señala.

2.292 plantas para concienciar sobre la degradación del planeta

García de Gomar ha sacado un mensaje poético y reflexivo de los acontecimientos. Según comunica, las plantas son el público de este concierto "mientras el hombre es espectador de la crónica social del mismo". El Liceu se ha convertido en un mediador del "diálogo entre el espacio y los artistas visuales".

El reino vegetal no está en las butacas aterciopeladas solo por rellenar el espacio vacío. Las plantas son símbolo de la reivindicación del arte, la música y la degradación del planeta. Además, al finalizar el concierto las plantas serán donadas a 2.292 sanitarios que han estado al frente de la lucha contra la pandemia.

"Tras un tiempo doloroso y extraño, el creador, la dirección artística del teatro y la comisaria Blanca de la Torre, proponen una mirada distinta para el retorno a la actividad, una mirada que nos acerque a algo tan esencial com la relación con la naturaleza", destaca el teatro.