El pasado 27 de mayo, una elefanta que estaba embarazada murió tras comerse una piña con un petardo en su interior en el distrito de Palakkad, en el estado de Kerala (India). Según anunciaron las autoridades locales, en esta zona de tierras agrícolas muchos aldeanos rellenan las frutas con petardos entre otras medidas para proteger las cosechas de los animales.

Los responsables de la muerte de la elefanta pueden enfrentarse a cargos por crueldad animal e incluso pueden ir a la cárcel. "La piña llena de petardos explotó en su boca, causándole graves heridas", explicó a la AFP un alto responsable de la protección de la fauna de Kerala, Surendra Kumar.

La elefanta venía del Parque Nacional de Silent Valley, según han asegurado los funcionarios del centro. Tras los acontecimientos, encontraron al animal en el río, pero no pudieron salvar su vida. "Con su boca y su lengua destruidas por la explosión, anduvo por ahí hambrienta sin poder comer", explicó uno de los cuidadores. "Debió estar más preocupada por la salud del niño dentro de ella que por su propia hambre".

La India es el país con mayor número de elefantes asiáticos, pero actualmente se encuentran en peligro de extinción. Además, estos incidentes son continuos debido a que los lugareños evitan que los animales se acerquen a los cultivos mediante el uso de fuegos artificiales, vallas electrificadas o, como en este último caso, con petardos.