A pesar de que estés en contra del cine estadounidense más comercial, seguro que has disfrutado con alguna de estas películas.

La búsqueda

Nicolas Cage protagoniza esta mítica película de aventuras junto a un reparto elegido a la perfección: el mítico Sean Bean haciendo de villano una vez más, Diane Kruger, una atractiva joven que lucha en contra de los intereses del protagonista hasta que se enamora de él, y Justin Bartha, el mejor amigo informático del protagonista que, además de ayudarle en todo lo que se propone, es el da el toque sarcástico y humorístico al guión.

Nada nuevo para Hollywood. Sin embargo, la película conquistó por su elenco, por un guión cuidado y por un inesperado giro final que dio que pensar a los espectadores.

50 primeras citas

Adam Sandler, uno de los reyes de la comedia en el cine estadounidense, protagoniza este romance junto a Drew Barrymore. A la película no le faltan clichés basados en el humor más simplón de las comedias estadounidenses: Ula, un amigo extranjero de Henry (Adam Sandler) que se convierte en el objeto de toda burla básicamente por su torpeza, y Alexa, la alemana que trabaja con Henry y genera comedia por la ambigüedad de su género (algo que, con razón, se tacharía de ilícito actualmente).

Sin embargo, a pesar de estos clichés, el argumento original sobre la memoria perdida de Lucy (Drew Barrimore) y las cómicas escenas como la de Henry navegando solo y desolado al ritmo de ‘The beach boys’, conquistaron merecidamente al público de principios de siglo.

Alien vs. Predator

Cuando ‘Alien: el octavo pasajero’ y ‘Predator’ marcaron las décadas de los 70 y los 80, el cine estadounidense vio la oportunidad perfecta para volver a enganchar a los fans de la ciencia ficción: unir a ambas especies de extraterrestres en ‘Alien vs. Predator’. Eso sí, esta mezcla propia de una industria poco imaginativa compuso un argumento aburrido e incluso algo incoherente. Nos quedó disfrutar de los efectos especiales y reírnos de lo absurdo.

El bar Coyote

Esta lo tiene todo para ser una auténtica americanada: una chica que llega a Nueva York con el objetivo de cumplir su sueño (ser letrista), un club nocturno llamado bar Coyote dirigido por cuatro chicas jóvenes y atractivas, y un chico (el “bueno”, romántico y sensible, por supuesto) que intenta conquistar a la protagonista.

Resacón en Las Vegas

Lo reconocemos. Ante esta comedia tenemos pocas críticas negativas que añadir. La película consigue despertar una risa fácil, pero no facilona, desde los primeros minutos. A pesar de que los personajes no sean más que los típicos que nos ofrece la industria estadounidense, la historia es distinta a lo que siempre habíamos visto, está meticulosamente construida y los disparates acaecidos llenan al público de ritmo de principio a fin.

Los padres de ella

El argumento es un cliché en sí mismo: Ben Stiller vuelve a meterse en el papel del buenazo (y algo pringado) novio de una atractiva mujer estadounidense y va a conocer por fin a su temible padre, un tipo protagonizado por el gran Robert De Niro que le hará la vida imposible. Pero a pesar del cliché, la película consiguió con creces recrear algunos de los momentos más absurdos (y cómicos) de los continuos rifirrafes entre yernos y suegros.

American Pie

No podía faltar la americanada más mítica de todas. Todos vivimos (o volvimos a vivir) las situaciones más absurdas de la adolescencia junto a Jason Biggs. ‘American Pie’ se constituyó como la comedia vulgar más popular entre adolescentes y se ganó el puesto a la película más nombrada en la parodia ‘No es otra estúpida película americana’. Y es que la elección de los personajes ya supera todos los clichés: tenemos al romántico, al pringado, al salido, al gracioso, al extrovertido, al reservado… Una auténtica oda al mítico instituto estadounidense.