La NBA no es solo la mejor liga de baloncesto del mundo sino también un auténtico show, de principio a fin. En EEUU todo está al servicio del espectáculo y por supuesto todo lo que rodea a un partido de la NBA también lo es. Si hay algo que a un estadounidense le apasiona es competir, en lo que sea, pero le encanta competir.

El estadounidense medio lo que quiere que es ganar y si a eso le unes el sentido del espectáculo que hay en la NBA y que en Navidad los partidos tienen un componente familiar muy marcado, te puedes llegar a encontrar con lo que ocurrió en la cancha de los Pacers el día de Año Nuevo, en el descanso de su partido ante los Atlanta Hawks.

Una carrera muy especial

Los aficionados de Indiana apuntaron a sus hijos a una carrera de bebés que se disputó durante la media parte del partido de NBA de su equipo favorito. En la línea de salida, los padres dejaron a sus hijos, que debían gatear unos pocos metros hasta alcanzar la línea de meta donde les esperaban sus padres.

La carrera fue muy particular, ya que si hubo algún bebé que salió a toda velocidad, gateando hasta los brazos de su madre, otros niños optaron por llorar y no entender lo que ocurría y otros, imaginamos que extasiados ante tal ambiente, se quedaron absolutamente parados. Una imagen digna del showtime que suele ser la NBA.