Pronosticar o predecir algo es complicado. Es mucho más fácil fallar que acertar. En 2007 había algunos que decían que Robinho era mejor que Messi, una sentencia que hoy es imposible que no produzca sonrojo pero en ocasiones también se acierta y por una vez no hablamos de Los Simpson sino de Ben Affleck.

En 2003, Affleck estaba lejos de ser un director de prestigio y era más conocido por ser protagonista de pasteladas románticas pero dio en el clavo al hablar del futuro de la industria. "Creo que es el sistema de suscripción anual funciona", señaló el actor estadounidense. "Serán películas bajo demanda pero de una manera estructura", añadió Affleck.

"La tecnología no está todavía pero creo que podría ser posible en unos 5 años", declaró en su día Affleck y a decir verdad estuvo muy fino porque en 2007 cuando Netflix anunció que iba a lanzar contenido bajo suscripción para ordenadores y justo 5 años después de esas declaraciones de Affleck, en 2008, Spotify vio la luz.

A día de hoy la mitad del planeta paga por Netflix o Spotify pero en 2003, en un momento en la que la piratería azotaba con fuerza los cimientos de la música y el cine, pocos podían imaginar como  Affleck que el público estaría dispuesto a pagar por contenido de calidad.