El baloncesto ha sido durante mucho tiempo un deporte vetado a los bajitos. Y en cierto modo lo sigue siendo. En categorías inferiores se prima en ocasiones más la altura o el posible desarrollo de un jugador que el talento, aunque jugadores como Spud Webb, Muggsy Bogues o Earl Boykins se hayan encargado de sembrar excepciones.

A fin de cuentas, para tener una carrera destacable en la NBA desde una estatura escasa hace falta ser un superclase, algo que está al alcance de muy pocos, como por ejemplo Isaiah Thomas la pasada campaña. Y aún con todo, los jugadores pequeños, siempre dependientes de la explosividad de su tren inferior, están muy expuestos a que cualquier lesión les prive de esa sexta marcha que los hace distintos.

Sin embargo esto no significa nada para Jahmani Swanson, apodado Mani Love, o el 'Michael Jordan de las personas de pequeña talla'. Swanson, de 32 años, mide 1,30 metros al padecer un tipo de acondroplasia o enanismo, lo que no ha evitado que se haya convertido en una referencia de las canchas de Nueva York, su ciudad.

"Si midiera 1,55 podría haber llegado a la NBA. Soy mejor que muchos de los que allí juegan", contaba Swanson en una entrevista a Bleacher Report el año pasado. Mani Love juega para los New York Towers, el equipo de su ciudad de la Dwarf Athletic Association, una liga donde disputan partidos de distintos deportes personas de talla pequeña. Aunque a Swanson le dé un poco lo mismo, porque gracias a él su equipo ha disputado partidos de exhibición contra equipos de gente de talla normal que se pueden ver en Youtube.

El secreto de Swanson para ser tan grande siendo tan pequeño es sencillo: dedicación y pasión. "Crecí durmiendo con un balón de basket en lugar de un oso de peluche", contaba en la citada entrevista. Ahora, sigue haciendo de las suyas en cualquier cancha donde lo requieran, así que no te extrañes si por redes ves un crossover hecho por un señor bajito que te deje con la boca abierta. Es obra de Mani Love.