El Forest Green Rovers es un club de la ciudad de Nailsworth (Gloucestershire, Inglaterra) que milita en la National League, la quinta división inglesa. Hasta hace poco podía presumir por ser unos de los clubes más antiguos de su categoría, pero desde hace cinco años se está haciendo conocido en todo el mundo por ser el único club profesional completamente vegano.

Detrás de esta transformación sin comparaciones en el fútbol mundial está la llegada a su accionariado de Dale Vince, un empresario británico propietario de la compañía Ecotricity, una de las pioneras en las islas en impulsar las energías renovables.

Vince se hizo con el club en 2010 después de una vida ligada a la defensa del medio ambiente. En 2015, el medio especializado en noticias medio ambientales Mother Nature Network lo definió en una entrevista como "el hippie fuera del sistema que ha construido un imperio con energía eólica".

Vince se dio cuenta del potencial del viento como generador de energía cuando a mediados de los noventa viajaba por Europa con una furgoneta a la que incorporó un pequeño aerogenerador. A partir de ahí, su compañía ha construído varios parques eólicos que le han reportado una fortuna que algunos medios sitúan en 120 millones de euros.

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Al poco tiempo de su llegada al club comenzó la transformación del Forest Green Rovers en un club vegano. Primero prohibió la carne roja, y poco a poco fue introduciendo cambios hasta que en 2015 toda la comida que tomaban los jugadores y también la que se servía en la grada fue completamente vegana.

Pero hay más. Para conservar el terreno de juego no utilizan pesticidas ni herbicidas, y reciclan el agua con el que se riega el césped mediante un sistema de drenaje.

Ahora, sus planes pasan por construir un nuevo estadio hecho completamente de madera. El diseño fue adjudicado hace unas semanas al estudio de arquitectos de la fallecida Zaha Hadid. "Tres cuartas partes del impacto ambiental de los estadios deportivos procede del material en el que fueron construidos y la madera es uno de los productos más sostenibles ecológicamente", señalba Vince en una reciente entrevista con la BBC.

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El plan sin embargo cuenta con un problema. En Inglaterra las gradas de madera están prohibidas desde la tragedia de Bradford, en la que murieron 56 personas por un incendio en 1985, aunque Vince afirmó en la misma entrevista que, dados los avances tecnológicos actuales, espera que no se ponga ningún inconveniente al nuevo estadio.