El fugitivo más buscado de España hacía la comida y recados a las ancianas
Manuel Bellido Moreno, el mayor falsificador de moneda de España, le hacía la compra en la pandemia a las mujeres mayores que estaban solas.
Cuando alguien perpetra un crimen, es normal ver al día siguiente en la televisión declaraciones del tipo “era muy buena persona, no nos lo podemos creer” o “siempre nos saludaba, era muy educado” entre los vecinos del delincuente.
Ese es precisamente el caso de Manuel Bellido Moreno, el fugitivo más buscado de España por ser el mayor falsificador de moneda del país. Quienes convivían con él en el distrito madrileño de San Blas cuentan, tal y como recoge El País, que “en pandemia, por ejemplo, se dedicó a hacerle la compra a las mujeres mayores que estaban solas y los recados a los bares y restaurantes de la zona”.
De hecho, este malhechor tenía hasta su propio apodo cariñoso en el barrio, El Lolo, quien, además de ayudar a la tercera edad, también “arreglaba muebles, tapizaba sillas, montaba cosas y se ganaba así un dinero”, según explican en la plaza contigua a su casa.
En el restaurante en el que desayunaba todos los días, El Rincón de Sanabria, califican a Manuel Bellido Moreno como “un cliente de toda la vida, amable y normal, que llevaba aquí ya mucho tiempo”.
En la peluquería que El Lolo solía frecuentar incluso aseguran que este falsificador de dinero “hacía comidas por encargo y preparaba tartas de cumpleaños para los niños del barrio”.
Estaba incluido en la lista de los diez fugitivos más buscados
Su detención se produjo tan solo 48 horas después de que la Policía Nacional publicara una lista con los diez prófugos de la justicia (tanto nacional como internacional) más buscados en España. Lo que se perseguía era conseguir el arresto mediante la colaboración ciudadana.
En el caso de Manuel Bellido Moreno, la estrategia ha funcionado a la perfección. Una mujer lo reconoció en la foto que la Policía Nacional difundió pese a que ya estaba mucho más calvo y con algo más de peso que cuando se tomó esa imagen. Esta persona acudió a un agente de la Brigada Móvil del Metro de Madrid y facilitó los datos de su domicilio, tras lo que se articuló un fuerte dispositivo de seguridad para acometer su detención.
Los vecinos arrojaron objetos a los agentes durante la detención
El mayor ejemplo del cariño que el barrio de San Blas le tenía a este fugitivo es que tuvieron incluso que intervenir agentes de las Unidades de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional porque los vecinos comenzaron a tirarle objetos a los agentes para impedir que se lo llevaran.
La información emitida por el ente policial en su lista de criminales más buscados precisaba que “Manuel Bellido Moreno fue condenado en sentencia firme a una pena de nueve años de prisión por un delito de expedición y distribución de moneda falsa. Se le considera el mayor falsificador de moneda de España. Tiene 46 años, mide dos metros y tanto su piel como sus ojos son de color moreno”.
Además, se detallaba que tenía “fácil acceso a elementos para falsificar documentación, tarjetas de crédito y cheques de viaje entre otros”, una característica que dificultaba una identificación que, finalmente, ha podido llevarse a cabo gracias a la colaboración ciudadana.