El embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoly Antonov, ha alertado al país estadounidense de que el envío de nuevos sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes (MLRS) a Ucrania que está discutiendo en el Pentágono sería interpretado por Moscú como una “escalada del conflicto” y una provocación.

No obstante, Antonov, en declaraciones recogidas por TASS, ha reconocido que “tenemos que verificar con cuidado esta información. De momento, partimos de las declaraciones del portavoz del Pentágono, John Kirby, en las que asegura que todavía no se ha tomado una decisión al respecto”.

En las últimas horas se ha conocido que Estados Unidos ha comenzado a estudiar abiertamente esta posibilidad. Según han informado fuentes de la Casa Blanca a la CNN, sobre la mesa estaría la entrega a Ucrania de MLRS y de una versión ligera, el llamado Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad M142 (HIMARS), capacitado para alcanzar objetivos a unos 300 kilómetros de distancia.

Boris Johnson respalda el envío de material militar

El primer ministro británico, Boris Johnson, se ha mostrado claramente a favor de que este material militar sea enviado, aunque con la condición de que el mismo sea utilizado en circunstancias puramente defensivas.

De hecho, esta petición de Ucrania de recibir sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes ha sido tomada con enorme precaución por varios países aliados ante la posibilidad de que sus misiles puedan alcanzar Rusia.

Al respecto, Johnson ha asegurado que su entrega respondería a propósitos eminentemente defensivos contra “la brutal artillería rusa” y ha instado a los países aliados a tomar una decisión pronto porque Rusia “sigue comiendo terreno” en el este del país, donde ha enfocado sus operaciones en las últimas semanas y está consiguiendo un “progreso lento pero palpable”.

Rusia realiza una prueba de su misil hipersónico Zircon

En el contexto de estas advertencias rusas a EEUU de una posible “escalada del conflicto” si se acaba enviando el mencionado armamento a Ucrania, el Ministerio de Defensa de Rusia ha anunciado que ha efectuado una nueva prueba exitosa de un misil crucero hipersónico Zircon.

El proyectil ha recorrido una distancia de unos 1.000 kilómetros hasta las aguas del noroeste de Rusia tras ser disparado desde la fragata clase Almirante Grigorovich, en el mar de Barents, hacia un objetivo en la ensenada del Mar Blanco.

El Zircon es parte de una nueva generación de armamento hipersónico (con capacidad para viajar a nueve veces la velocidad del sonido) que Rusia lleva desarrollando desde, al menos, 2018. El país presidido por Vladímir Putin ya realizó el año pasado otros lanzamientos de prueba similares desde buques de guerra y submarinos.