China y Rusia vetaron en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) un proyecto de resolución presentado por Estados Unidos para endurecer las sanciones internacionales a Corea del Norte como consecuencia de los últimos ensayos con misiles.

De acuerdo con el embajador chino ante la ONU, Zhang Jun, las sanciones adicionales no ayudarían a responder a la situación actual y solo crearían más confrontaciones o tensión.

Y es que las medidas punitivas adicionales dificultarían las posibilidades de avanzar en temas de desnuclearización y conllevarían un castigo para la población norcoreana en un momento complicado por el brote de COVID-19 en ese país, puntualizó.

Reforzar la presión con sanciones es peligroso

A su vez, el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, afirmó que la "línea dura" del Gobierno estadounidense destruyó por completo los progresos positivos registrados en años anteriores con la RPDC.

De hecho, según detalló el diplomático ruso, reforzar la presión con sanciones a Pionyang no solo es inútil, sino que es extremadamente peligroso desde el punto de vista humanitario.

El texto tuvo el apoyo de 13 miembros del Consejo de Seguridad

El texto recibió el apoyo de trece de los quince miembros del Consejo de Seguridad, pero no salió adelante dado que Moscú y Pekín cuentan con poder de veto y pueden así bloquear la medida.

Esta iniciativa de Estados Unidos quería reforzar los castigos que pesan sobre el Gobierno de Pionyang, que en estos cinco meses del año 2022 ha ejecutado 17 rondas de pruebas con misiles, en respuesta a las resoluciones del propio Consejo de Seguridad que se lo prohíben.

El documento se presentó unas horas después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, finalizara su viaje a Corea del Sur y Japón para tratar diversos asuntos sobre seguridad y comercios regionales con los líderes de ambos países.

Las sanciones no son la respuesta adecuada

Estados Unidos anunció hace dos meses que trataría de endurecer de cualquier forma las sanciones contra la RPDC, pero no ha conseguido convencer a China y Rusia para hacerlo, debido a que los dos países han manifestado que las sanciones no son la respuesta adecuada y culpan a Estados Unidos de la situación actual.

Es más, Beijing y Moscú quieren rebajar las sanciones para reconocer los gestos de acercamiento que la RPDC hizo durante los últimos años, en los que llego a mantener conversaciones y negociaciones con la administración estadounidense cuando estaba encabezada por Donald Trump.