Los últimos avances militares de Rusia en la invasión que está llevando a cabo en Ucrania, como es el caso de la toma de Mariúpol, están comenzando a disparar el optimismo de los líderes que se encuentran en el frente.

El mejor ejemplo son las recientes declaraciones efectuadas por el presidente de la República de Chechenia, Ramzan Kadyrov, en un vídeo difundido en su canal de Telegram. En ellas, Kadyrov da por hecha la victoria en Ucrania y, además, sitúa a Polonia como el próximo objetivo de las tropas rusas.

El líder checheno ha afirmado que “el asunto en Ucrania está hecho. Ahora nos interesa Polonia. Después de Ucrania, si nos dan el mando, en seis segundos está resuelta. Mejor que den marcha atrás con sus armas y sus mercenarios”.

Esa referencia a las “armas” y los “mercenarios” se debe a que Polonia ha suministrado armas a Ucrania para enfrentar las ofensivas rusas y ha acogido a miles de refugiados procedentes del país presidido por Volodímir Zelenski.

Kadyrov, uno de los aliados más fieles de Putin

Ramzan Kadyrov es el hijo de Ajmat Kadyrov, quien fuera el principal líder de las fuerzas chechenas desde octubre de 2003 hasta mayo de 2004, momento en el que murió asesinado.

El actual presidente de la República de Chechenia llegó al poder el 15 de febrero de 2007 con la aprobación del Parlamento regional checheno y el aval de Vladímir Putin, con lo que Ramzan Kadyrov es uno de los aliados más fieles con los que cuenta el presidente ruso durante su ataque militar a Ucrania.