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CONFLICTO UCRANIA - RUSIA

Alemania hace una advertencia a la OTAN

El canciller alemán, Olaf Scholz, avisa a la Alianza Atlántica, de la que forma parte, que el conflicto no puede ir a más: "Hago todo para evitar una III Guerra Mundial".

BERLIN, GERMANY - APRIL 19: Olaf Scholz, Chancellor of Germany issues a statement following a virtual meeting with world leaders at the Chancellery on April 19, 2022 in Berlin, Germany. Chancellor Scholz joined in discussions with leaders of the United States, Great Britain, France, Japan, Poland, Romania, Italy, the European Council, the European Commision and NATO. (Photo by Clemens Bilan - Pool/Getty Images)
PoolGetty Images

La guerra en Ucrania parece haber dado un nuevo giro. Así lo anunció Rusia con la entrada de la nueva fase de la ofensiva. El reordenamiento de las tropas hacia el sur del país ha dado paso a la búsqueda de un corredor que conecte la región prorrusa del Donbás con Transnistria, en Moldavia y también con apoyo hacia Rusia. Algo que acercaría a las tropas de Vladimir Putin un poco más hacia territorio OTAN.

Esta es, precisamente, una de las grandes preocupaciones del canciller alemán, Olaf Scholz. En una entrevista con Der Spiegel ha señalado que "evitar una escalada que involucre a la OTAN tiene prioridad para mí. Por eso no me guío por encuestas ni por críticas altisonantes". Para conseguirlo, está dispuesto a aguantar las presiones que le llegan desde su propio partido.

Un conflicto de forma directa con Rusia podría llegar, de acuerdo con el político germano, a una Tercera Guerra Mundial. "Es importante que consideremos cada paso con mucho cuidado. Las consecuencias de un error serían dramáticas", avisa Scholz, sucesor de Angela Merkel desde el pasado mes de noviembre.

"Hago todo para evitar una escalada que lleve a una III Guerra Mundial. No puede haber una guerra atómica. Dije que teníamos que hacer lo posible para impedir una confrontación directa entre la OTAN y una potencia fuertemente armada, una potencia nuclear como Rusia", advierte el canciller a la Alianza Atlántica, de la que Alemania forma parte. Scholz asegura que, de haber decretado el cierre del espacio aéreo en Ucrania, "hubiera convertido a la OTAN en parte del conflicto".

Nuevas vías para el envío de armas

El canciller se defiende en Der Spiegel de las acusaciones, desde su partido y la oposición, por su supuesta actitud reservada en el envío de armas a Ucrania. Como el resto de países de la OTAN, Alemania ha ido enviando armamento y otro tipo de ayuda en este tiempo. Ahora, según Scholz, "las posibilidades de enviar material del ejército alemán se han agotado". Por ello, buscan fórmulas para seguir ayudando, y una de ellas es mediante terceros países.

El 'elegido' podría ser Eslovenia, que enviaría armamento soviético y, a cambio, recibiría de Alemania tanques germanos 'Marder' o 'Fuchs'. La ministra de Defensa, Christine Lambrecht, asegura que este "intercambio" agilizaría las entregas, además de ayudar a Ucrania y no debilitaría la capacidad defensiva de la Alianza Atlántica.

Peligro de recesión si se embarga la energía rusa

Mientras tanto el Bundesbank, el banco central de Alemania, advierte este viernes en su informe mensual de que el embargo a la energía rusa supondría la entrada en recesión, con una reducción del PIB en un 5% respecto a las estimaciones del pasado mes de marzo. Algo sobre lo que ya avisó el propio canciller hace un mes. "Nuestro país y toda Europa se hundirían en una recesión".

En las últimas semanas se ha acrecentado la presión sobre Scholz para que prohíba las importaciones del gas procedente de Rusia. Este viernes se produjo una protesta por parte de activistas climáticos, frente a la embajada alemana en Bruselas. El país germano es uno de los que más dependencia tiene del gas ruso (55% del total antes de la invasión). Además de Alemania, Hungría y Austria también se han mostrado contrarios a este tipo de sanción.

El embargo al carbón llegó en el último paquete de sanciones, el quinto, y se espera que después llegue el turno del petróleo y del gas, aunque podría no ser de forma inmediata. En Berlín manejan un calendario para cortar la relación con Rusia: del carbón podrían despedirse este verano, del petróleo a finales de año y del gas a mediados de 2024, según confirmó el ministro de Economía y Clima, Robert Habeck. Hacerlo antes supondría, como advierte el Bundesbank, consecuencias fatales para la economía del país.