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Los aviones que siembran yoduro para provocar lluvia

Es una técnica utilizada en varios países para generar un porcentaje adicional de lluvia. Además de desde aviones, se puede llevar a cabo en tierra con generadores.

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Los aviones que siembran yoduro para provocar lluvia
World Meteorological Organization

En el mundo, con los avances en todo tipo de materia, se puede decir que está prácticamente todo inventado. Incluso existe la posibilidad de generar más lluvias de forma artificial. Es una técnica, conocida como 'siembra de nubes', que llevan a cabo países como China o Emiratos Árabes Unidos, que tiene el fin de manipular el clima.

Se puede llevar a cabo de dos formas: a través de generadores en tierra o por medio de aviones. Así se generan precipitaciones por las sustancias que hay en el aire y que alteran los procesos de las nubes. Los pilotos de estos aviones vuelan hacia las tormentas para 'sembrar' las nubes con yoduro de plata. Con ello se consigue aumentar el número de partículas en suspensión.

Las repetidas sequías hacen que muchos países se vean impulsados a tomar esta medida. En Estados Unidos, según la CNN, el 61% del territorio está en sequía. Por su parte, la gerente del Programa de Modificación del Clima de Wyoming, Julie Gondzar, indica que este método para incrementar las precipitaciones se inició en 2003.

Aviones equipados con bengalas

¿Y cómo se lleva a cabo esta acción? Los pilotos utilizan una nube ya existente para inyectar este yoduro de plata y partículas de núcleo de hielo. El segundo de los elementos ayuda a la producción de precipitaciones. La experta señala que, en caso de realizarse desde el suelo, estos generadores parecen "pequeñas estaciones meteorológicas, con 20 pies de altura".

En cuanto al método aéreo, los aviones disponen de bengalas con yoduro de plata tanto en una de las alas como en la panza de los mismos. Es, indican, la forma más popular. Una vez que el piloto se acerca a la tormenta, enciende las cubiertas de cartón en las que va el yoduro y siembra las nubes, lo que provoca una humedad con la que generar precipitaciones.

Para ello no vale solo con dirigirse hacia las nubes, sino que deben darse determinadas condiciones de temperatura. "No se puede romper una sequía con la siembra de nubes. Es una herramienta en la caja de herramientas. Mucha gente piensa que se manipula el patrón climático, pero solo estamos jugando con la dinámica y la física de las nubes a pequeña escala", indica Gondzar.

La solución, sin embargo, no es un remedio eficaz para poner fin a las sequías por todo el mundo. La tecnología apenas aporta un 2% adicional de humedad a la superficie. Por otro lado, un estudio publicado en Proceedings of the National Academies of Sciences señala que con esta técnica las precipitaciones aumentaron un 10%.