La llegada de las altas temperaturas trae consigo un auge poblacional de los insectos. La prevalencia de moscas y mosquitos se debe a que son ectotérmicos, por lo que la temperatura de su cuerpo depende del ambiente externo. De esta forma, el aumento de la temperatura exterior tiene una relación causal con el aumento de su actividad, tras el descanso invernal. En el verano, los insectos se reproducen. Además, les atraen otros microorganismos y con el calor los alimentos se pudren con mayor rapidez.

Remedios naturales y sencillos

Hay aromas que no gustan a estos insectos, así que una opción fácil y sencilla es poner plantas naturales cerca para evitar que entren en nuestro domicilio. La albahaca, los granos de pimienta, el eucalipto y citronela son algunos de los olores que producen aversión a los parásitos. También son útiles para repeler a los insectos el geranio perfumado, la caléndula, el crisantemo o la lavanda.

Estas plantas aromáticas refrescan el ambiente en el hogar y algunas sirven para cocinar.

Otras medidas para evitar su estancia

Una de las medidas más fáciles para evitar la molestia de las moscas es limpiar después de cocinar y que no haya alimentos o bebidas a su alcance. Aunque parezca que no hay restos, los microorganismos no son visibles al ojo humano, por lo que se aconseja utilizar paños antibacteriales en aquellas superficies en las que se manipulen los alimentos. Es importante no tener deshechos de basura o agua estancada y se aconseja tener el cubo de la basura tapado.

También es recomendable mantener la casa oscura, al menos por la noche, porque a los insectos los atrae la luz. En el caso de tener mosquiteras, hay que usarlas el máximo tiempo posible, aunque no siempre son suficientes.

Asimismo, pueden fabricarse trampas de vinagre (con agua y azúcar), que atraen por la descomposición. Suelen ubicarse en terrazas, patios y jardines por el olor que desprende. Para evitar el fuerte aroma, la alternativa sería calentar los ingredientes para que la mezcla se disuelva.

Otra opción es el uso del limón, que ahuyenta a las moscas. Puede partirse por la mitad o en rodaja y colocarle clavos de olor. Pueden ponerse en las ventanas o superficies donde no queramos que se acerquen, como la mesa.